9 marzo, 2018 12:00



Aparecieron pintadas en la escuela Vélez Sarsfield

Se trata de las instalaciones edilicias de una de las escuelas más tradicionales de Concordia. Los arreglos – con una gran inversión pública – aún continúan, pero manos anónimas ya echaron a perder las paredes exteriores.

escuela velez sarfield

La comunidad educativa de la tradicional escuela Vélez Sarsfield, luego de años de reclamos – y de tener que dar clases en escuelas prestadas – este 2018 vuelve al edificio, con las mejoras realizadas por el gobierno provincial.

Las obras demandaron más de 550 días, con un presupuesto inicial, estimado en más de 20 millones de pesos. Fueron ejecutadas por la empresa Incar S.A.

El edificio es considerado uno de los lugares históricos de Concordia, por lo cual, el tratamiento de este establecimiento debió darse de manera consciente y preservando siempre su identidad y las características constructivas que presenta. Eso trajo algunos, lógicos, inconvenientes.

Incluso, la escuela secundaria N° 18 que funciona en el lugar, debió ceder algunos espacios, complicando durante todo 2017 el proceso de aprendizaje, y debiendo dar clases en lugares prestados, como la sede del Club Libertad.

Mejoras

Los trabajos que se realizaron incluyeron una reparación integral del edificio, así como también una ampliación en el sector del Jardín de Infantes, debido al aumento de la matrícula, y la necesidad de un espacio de usos múltiples que brinde un lugar de encuentro entre los alumnos.

Se planteó ademas la necesidad de un grupo sanitario nuevo que soporte el aumento de ocupantes. Además de la cancha de polideportivo ante la práctica de deportes y la apertura del espacio a la ciudad.

El proyecto de ampliación ocupa 200 m2 cubiertos y 15m2 semi – cubiertos; y también se efectuaron instalaciones eléctricas y construcción de sanitarios, entre otros.

Daño
Sin embargo, según pudo saber Diario Río Uruguay, en los últimos días – previos a comenzar el ciclo lectivo 2018 – manos anónimas realizaron pintadas en las paredes que el edificio tiene, sobre calle Mitre.

En el escrito – además de nombre propios – se puede leer la abreviatura “C1”, supuesta alusión a la escuela Comercio 1.