14 octubre, 2014 12:37



Francisco pretende abrir las puertas de las iglesias a la comunidad homosexual, pero en el Vaticano piden «prudencia»

La oficina de prensa de la Santa Sede publicó el resumen de las intervenciones de algunos obispos que resisten las reformas. Piden evitar «centrarse en las situaciones familiares imperfectas».

La oficina de prensa del Vaticano publicó el resumen de algunas intervenciones que se escucharon tras la divulgación del documento en la que no todos se mostraban conformes con las aperturas expresadas.

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«Se evidenció la justa prudencia para que no se cree la impresión de una evaluación positiva de tal orientación por parte de la Iglesia y lo mismo respecto a la convivencia», precisó la Santa Sede.

Respecto al acceso a los sacramentos para los divorciados, también algunos obispos argumentaron que «es difícil acoger las excepciones sin que esto se convierta en una regla común».

Durante el debate, algunos obispos pidieron que el Sínodo destaque con más fuerza y claridad «que el matrimonio indisoluble, feliz y fiel para siempre es bello» y «se evite centrarse principalmente en las situaciones familiares imperfectas», reza la nota del Vaticano.

Como está siendo norma durante este Sínodo, el Vaticano no cita a los prelados que intervinieron, pero los medios de comunicación italianos se hicieron eco de las protestas de algunos obispos.

El prefecto de la Signatura Apostólica, el más alto tribunal de la Iglesia católica, el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, acusó de «manipular» la información que se da desde la oficina de prensa del Vaticano «para destacar sólo una tesis en vez de informar fielmente de todas las posiciones expuestas».

El cardenal estadounidense, que firmó un libro que acaba de ser publicado en el que defendía que no hay que dar la Comunión a los divorciados que se volvieron a casar, agregó que espera que el papa Francisco se pronuncie a favor «de la continuidad con las enseñanzas que la Iglesia dio durante toda su historia porque son enseñanzas que no cambiaron nunca y no deben cambiar».

También expresó su malestar el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, al explicar que no comprende por qué el Vaticano no publicó las intervenciones de los obispos durante el Sínodo.

Por su parte, el arzobispo de la diócesis polaca de Poznan, Stanislaw Gadecki, explicó que el documento de síntesis «se aleja de las enseñanzas de Juan Pablo II» e incluso se ven «trazos de una ideología antimatrimonial».

Según Gadecki, «la relación demuestra que no hay una visión clara de lo que debe hacer el Sínodo» pues el objetivo debe ser «sostener la familia y no exponer las situaciones difíciles, que existen pero no cancelan las necesidades de apoyar a las familias buenas, normales y comunes».

En declaraciones radiales, el obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, aclaró que el sinodo es un documento sobre el matrimonio y la familia y uno de los temas es el de las parejas homosexuales. «De las parejas homosexuales se vuelve a decir que para nosotros el matrimonio es entre varón y mujer aunque hay que acoger a todas las personas que tengan uniones igualitarias o deseos de incorporarse a la iglesia».

«Lo que se hace es revisar el matrimonio y la familia y no se puede negar que hay parejas homosexuales, uniones conyugales que no son equiparables al matrimonio, pero a las que tenemos que acercarnos. La iglesia dice `no estamos en veredas distintas`, veamos como podemos mejorar esta inclusión», agregó.