18 noviembre, 2016 18:53



La justicia británica permite congelar el cuerpo de una nena de 14 años que murió de cáncer

Una chica de 14 años con cáncer terminal ganó poco antes de su muerte – el mes pasado – una batalla legal para congelar su cadáver con la esperanza que algún día los avances de la ciencia permiten resucitarla y curarla, informaron los medios británicos.

cryo-muerte

«Tengo sólo 14 años y no quiero morir pero sé que voy a morir», escribió en su demanda la joven londinense, cuya identidad no fue revelada. «Creo que el hecho de ser criogenizada me da una oportunidad de curarme y despertarme, aunque sea en varios cientos de años. No quiero que me entierren bajo tierra. Quiero vivir y vivir por más tiempo y creo que en el futuro pueden encontrar una cura para mi cáncer y despertarme. Quiero tener esta oportunidad. Este es mi deseo», dijo la menor al juez.

Los padres de la chica están divorciados y la joven recurrió a la justicia para asegurarse de que su madre, que apoyaba la idea, tuviera la última palabra sobre el destino de su cuerpo, o sea que, en realidad, se trataba más de un conflicto familiar que científico, porque cientos de personas, incluso 9 británicas, ya fueron congeladas.

Al parecer, el padre estaba inquieto por las consecuencias de la criogenización y también por el costo de la técnica, estimado en unos 45.000 dólares y disponible únicamente en EEUU y Rusia.

«Incluso si hay un tratamiento y ella vuelve a la vida, digamos, en 200 años, es posible que no encuentre a ningún pariente y puede que no recuerde nada. Puede quedar en una situación desesperada, teniendo en cuenta que sólo tiene 14 años», argumentó el padre, que no había visto a su hija en los últimos 8 años. No obstante, al final aceptó la decisión de su hija y los abuelos maternos se hicieron cargo de la operación.

El juez de la Alta Corte Peter Jackson dictó sentencia a favor de la joven tras una audiencia privada en octubre cuyo resultado acaba de hacerse público. La chica estaba demasiado enferma para acudir a la Corte y murió poco después, conociendo la decisión favorable del juez, reveló su abogada, Zoe Fleetwood. Cuando le comunicaron la decisión, el 6 de octubre, «estaba feliz», explicó Fleetwood a la BBC.

Su cadáver fue trasladado al Instituto de Criogenización Cryonics, en Michigan, Estados Unidos. El cuerpo de la adolescente será mantenido a 196º bajo cero a la espera de una eventual resucitación, tras haber sido sometido a un proceso que incluye la inyección de un anticongelante.

El instituto fue creado en 1976 por el profesor de física estadounidense Robert Ettinger, considerado el padre de la criogenización, que fue él mismo congelado a su muerte en 2011, a los 92 años.

Ettinger desarrolló la tesis según la cual «es posible conservar el cadáver indefinidamente» de modo que un día «la ciencia médica pueda reparar los daños causados por la enfermedad y la criogenización». El Instituto, que cuenta con un centenar de cadáveres, aclara que no puede garantizar el éxito del tratamiento.