En su última sesión ordinaria, el Concejo Deliberante reglamentó la cesión de terrenos a una cooperativa local de colectiveros.
En lo que fue la última sesión ordinaria del año – no se descarta una más, aunque de carácter extraordinaria – el Concejo Deliberante de la ciudad, reglamentó la cesión de terrenos a una cooperativa de viviendas, conformada por choferes de colectivos y sus respectivas familias.
Hace no más de tres meses, la municipalidad había logrado la adquisición de los terrenos, en cuotas, a la empresa “Agua Patito”.
El concejal Mariano Giampaolo, detalló que “son un grupo de trabajadores que normalmente no accedería a un crédito hipotecario… de los tradicionales. Y se le haría muy difícil concretar el sueño de la casa propia”.
El edil, remarcó que esta iniciativa “no es un regalo de la Municipalidad, si no que es un plan de pago; hecho con tasaciones, con valuaciones… como corresponde. Y con una hipoteca que, si NO se paga se va a restituir el predio a la Municipalidad”. La aclaración viene a cuento de una iniciativa del propio concejal de combatir las múltiples denuncias de venta ilegal de planes de viviendas de índole social que, incluso, se suelen ofertar en los medios impresos de comunicación de la ciudad y la provincia.
Hace años que Giampaolo se ha manifestado en relación a la necesidad de cubrir el déficit habitacional en Concordia. “Yo lo vengo diciendo hace unos años, la Municipalidad es una gran impulsora de proyectos inmobiliarios. Con nuestro equipo de trabajo, tenemos un proyecto en carpeta para generar una INMOBILIARIA MUNICIPAL; que pueda trabajar casi en competencia con el resto de las inmobiliarias privadas. Y poder brindarles soluciones más accesibles a los vecinos. Así que, hoy, nos despedimos con lágrimas de estos vecinos, que realmente quedaron a un paso de lograr la casa propia”, señaló el edil.
EMOCIÓN DE LOS VECINOS
Una de las beneficiadas presentes en el recinto, se mostró muy emocionada y exclamó: “Estoy muy emocionada. Nosotros, como pareja, perdimos un bebé… y esto es como una bendición. Tener una casa propia es como decían ahí: ¡queremos pagarla! Pagar un terreno propio, para tener una casa para nuestros futuros hijos; y para mí es una alegría. Y un alivio también”
Para rematar: “Esto no es regalado, sino que vamos a pagar algo para que sea nuestro”.