A 3 semanas de las primarias del 9-A, la Justicia electoral les notificará hoy a los apoderados partidarios el resultado final de las PASO. Luego de completar, la semana pasada, el escrutinio definitivo en la estratégica provincia de Buenos Aires, los juzgados federales terminaron contra reloj de resolver los expedientes con reclamos, impugnaciones y recuentos.
La jueza María Romilda Servini de Cubría, que atiende el renglón presidencial, será la encargada de detallarle el score final a los once espacios que participaron de la primaria. Es un trámite formal, pero presenta ajuste y correcciones que, a veces, modifican tendencias.
En el FpV, con base en cálculos propios, se habían aventurado a proyectar que la boleta de Daniel Scioli pegaría un estirón en el conteo final y se aproximaría al 40%. Computado el 97,84% de los votos -el escrutinio provisorio que se publicó en www.resultados.gob.ar- la fórmula integrada por el gobernador y Carlos Zannini acumuló un 38,4% de los votos.
En los últimos días, el oficialismo dejó correr un optimismo sigiloso al especular que la captura de votos mejoraría al completarse el recuento, en buena medida porque en provincia de Buenos Aires faltaba computar casi el 5%, en particular en el conurbano, uno de los territorios donde el FpV consiguió una muy amplia diferencia sobre los demás partidos.
Se deslizó, incluso, que podría estirar hasta llegar al 40,2%. Anoche, la euforia se había apaciguado y se proyectaba un plus de unas décimas paraScioli-Zannini que dejarían a la fórmula K muy cerca del 39%.
La cifra que trascendió ponía al FpV estirando levemente la ventaja sobre Mauricio Macri al 14,2% y quedaría 8,6 puntos arriba de Cambiemos, cuando en el provisorio terminó a 8,3 de distancia. Ese ensamble sumó los votos de tres presidenciales: Macri, el radical Ernesto Sanz y Elisa Carrió de la Coalición Cívica (CC).
Hoy, cuando el juzgado de Servini notifique a los apoderados se confirmará o desmentirá ese supuesto que cristaliza lo que en estas horas constituye la principal obsesión del peronismo K: la urgencia por ampliar la diferencia para tratar de quedar más cerca del 45% o, de mínima, fantasear con estar más cerca de despegarse 10 puntos deMacri.
Reconfiguración
El resultado del 9-A, y los sondeos posteriores, proyectan dos escenarios. El macrismo se pone un objetivo puntual: mejorar la fiscalización, incrementar la presencia de Macri y consolidar Cambiemos para crecer los puntos necesarios que les impidan a Scioli ganar en primera vuelta.
«Nosotros apostamos al balotaje: ahí tenemos claras chances de ganar» confió, anoche, un operador del PRO que siguió el escrutinio porteño donde Cambiemos mejoró unos 30 mil votos respecto del provisorio y donde, para octubre, el macrismo aspirar a obtener más de 1 millón de votos contra los 881 mil del provisorio y los 910 mil del definitivo.
El sciolismo, en etapa de reconfiguración de su campaña, se rehusa a renunciar abiertamente a llegar al 45%, pero empezó a ordenar sus variantes para ponerse un objetivo que presumen más accesible: sacarle 10 puntos a Macri.La base argumental para ese plan es que el porteño, aunque Cambiemos llegó a casi un 31%, estuvo por debajo del 25%.
En el bunker sciolista sostienen que Macri, primero debe convencer a los radicales de Sanz y que hacerlo puede espantar a otros votantes, sobre todo peronistas que fueron a José Manuel de la Sota.
El recuento definitivo, además de para completar el conteo, despeja dudas y resuelve intrigas. En esa instancia se saldó, entre otras, la interna del FpV de Pilar entre Humberto Zúccaro y José Molina, que finalmente ganó por algo más de 50 votos al actual intendente que estuvo unos meses en el Frente Renovador de Sergio Massa.
También, en el tramo Capital Federal, terminaba noche de definir cómo se repartían las hipotéticas bancas: 7 para Cambiemos, 2 para el FpV, 1 para UNA y 1 para Progresistas de Margarita Stolbizer, lo que le daría «simbólicamente», un escaño a Victoria Donda. Eso, claro, es supuesto porque en la instancia de las primarias no se definen escaños, sino que eso se hará más adelante. Por esa misma razón tampoco hay tanto detallismo.
En provincia de Buenos Aires se produjeron, además, otras novedades, por caso que Felipe Solá recuperó votos que no aparecían en los telegramas. según los cuales tuvo 193 mil votos menos que la sumatoria de los presidenciales de UNA, Massa y De la Sota. Esa diferencia disparó una denuncia del exgobernador sobre telegramas irregulares. Será el juez federal de La Plata, Laureano Durán quien le informe a Eduardo Cergnul, apoderado de UNA, el dato último que le toca al gobernador.
Con los números definitivos, las juntas electorales de cada frente tendrán tiempo hasta la medianoche del sábado para proclamar a sus candidatos. No es problemático en lo referido a los cargos ejecutivos, pero sí implicará un trabajo para los apoderados en el tramo legislativo, tanto nacional como provincial o municipal, porque cada alianza tiene su propio reglamento electoral para establecer la presencia de las minorías y cómo se conforman, de cara a octubre, las boletas de diputados, senadores y concejales.