19 diciembre, 2016 08:32
Las altas temperaturas predisponen la pululación de animales ponzoñosos como alacranes, arañas y también víboras. La provincia, a través del Ministerio de Salud, recuerda las principales medidas preventivas.
“Todos los animales ponzoñosos se tornan más activos en la época de calor, tal es el caso de los alacranes, arañas y víboras”, explicó la responsable del Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica dependiente de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia, Analía Corujo.
Más del 80 por ciento de los casos de alacranismo son leves y el dolor no es un parámetro de gravedad. Ante un cuadro leve se indican analgésicos y la aplicación de hielo en la zona de la picadura para anestesiar y retrasar la difusión del veneno. Los casos moderados y severos llevan antiveneno y el procedimiento de urgencia está protocolizado.
La familia de alacranes más peligrosa en Argentina es el Tityus trivittatus. Se los puede identificar por su cuerpo amarillo claro con tres bandas longitudinales más oscuras en el lomo, pinzas largas y delgadas y en el último segmento de la cola dispone de un aguijón y apófisis donde está la glándula de veneno.
En este sentido, la mejor forma de mantenerlos lejos y estar protegidos es tomar medidas preventivas en el ámbito domiciliario y peridomiciliario. Corujo explicó que en torno al ámbito peridomiciliario, es necesario “mantener limpio, desmalezado, sin acumulación de escombros; controlar la basura a fin reducir la cantidad de insectos que sirven de alimento a los escorpiones; evitar juntar la hojarasca con las manos; tener cuidado en los sótanos, túneles, depósitos y cámaras subterráneas”. Asimismo es vital limpiar los lugares oscuros y húmedos y no andar descalzos.
Los escombros y tuberías son refugio de los alacranes y son depredadores naturales los gatos y también los patos, gansos y gallinas, en el ámbito rural.
Salud recomienda la utilización de los plaguicidas en manos de profesionales y con la menor toxicidad posible. Asimismo, para evitar que los alacranes ingresen a la casa, la especialista indicó el uso de rejillas sanitarias en desagües y sanitarios. Otra pauta de cuidado es el uso de creolina o material desengrasante en las cañerías. Esto contribuye a “no facilitar la provisión de alimentos a los arácnidos, disminuyendo su población”, precisó.
Una importante recomendación es colocar burletes en las puertas y ventanas con grandes espacios de luz y alambres mosquiteros. Corujo resaltó que “los alacranes son más activos de noche porque les molesta la luz y salen a comer o reproducirse”.
Es prioritario el revoque de paredes y rellenar las grietas en pisos y techos.
En lo que respecta a la protección personal, la profesional enfatizó la importancia de generar “el hábito de revisar y sacudir las prendas de vestir y el calzado antes de ponérselos, especialmente si quedaron tirados en el suelo, sobre todo en esta época en la que se guarda lo de invierno y se reubican las prendas de verano”.
El alcance de la sugerencia también implica sacudir la ropa de cama antes de acostarse, sobre todo donde habitan bebés y niños. “Si hay bebés, las patas de la cuna se deben colocar dentro de frascos de vidrio porque los alacranes no trepan el vidrio”, puntualizó.
Otras indicaciones de interés son: “Alejar las camas de las paredes, que no caiga la ropa de cama al piso ni que caigan cortinas sobre los respaldares; no meter la mano a ciegas en alacenas y estantes; evitar caminar descalzos, máxime al levantarse al baño por la noche sin prender luces”.
Las indicaciones se basan en evitar proporcionarles a los arácnidos refugio, agua y comida. Concretamente porque “los humanos no somos alimento para los alacranes ni para las víboras”, aclaró.
En torno a las características de la picadura de escorpiones, Corujo refirió que “duele mucho, el dolor se irradia y puede durar hasta 36 horas”. Si bien localmente no se aprecia una lesión, los profesionales de la salud deben estar atentos a observar los síntomas que anuncian la evolución del cuadro de moderado a grave. En este sentido, la toxicóloga advirtió que aparecen entre los 30 a 45 minutos. Y remarcó la importancia de consultar inmediatamente a un servicio de salud, sobre todo si los accidentados son niños menores de 12 años, ancianos, o personas con alguna enfermedad de base como diabéticos, hipertensos”.
Corujo valoró que hasta el momento, nunca indicó el antiveneno en un adulto. No obstante, el hospital San Martín de Paraná cuenta con el tratamiento adecuado.
El alacranismo es de denuncia obligatoria y el antiveneno también está disponible en el Hospital Materno Infantil San Roque de la capital entrerriana y dos efectores privados.
La Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud, cuenta con un alacranario. Los escorpiones capturados vivos y no fumigados, son alimentados con grillos y agua hasta el momento de ser enviados al Instituto Malbrán. De esta manera, se contribuye a la producción del antiveneno.
Arañas
En la provincia existe la provisión de antiveneno para atender las picaduras de los dos tipos de araña peligrosa: la latrodectus o viuda negra, de exteriores y la loxosceles o araña del violín, que es de interiores.
“Los síntomas de picaduras de araña llegan más tarde, sin el dolor punzante y tormentoso de los escorpiones —precisó Corujo—. La mayoría de los casos de picadura de araña los he visto a los dos o tres días porque aparece una lesión inexplicable”. En general los accidentes ocurren por usar ropa de la temporada anterior, sin revisar.