13 enero, 2017 10:14
La tendencia más marcada es el alquiler o reserva a último momento, tanto de hoteles como de propiedades, casi sobre la fecha de ingreso, a la espera de negociar un mejor precio. Además, las estadías son cada vez menores.
Enero no empezó bien para los empresarios que trabajan en la Costa Atlántica. Durante la primera quincena no llegó la cantidad de visitantes que esperaban en destinos como Mar del Plata o Pinamar y, si bien las expectativas son mejores para la segunda parte del mes, no servirá para compensar la baja inicial.
Este verano, la tendencia más marcada es el alquiler o reserva a último momento, tanto de hoteles como de propiedades, casi sobre la fecha de ingreso, a la espera de negociar un mejor precio al establecido. En Mar del Plata, por ejemplo, la quincena inicial de enero fue floja, pero los empresarios del sector son más optimistas para la segunda mitad de enero.
«En la primera quincena se vió mucha gente en fines de semana y muy poco de lunes a miércoles. Los alquileres de inmuebles son por períodos muy cortos. Estimamos que estuvo entre un 20% y 25% por debajo de la primera quincena de enero de 2016. Pero creemos que lo que resta de enero será más normal», comentó Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros marplatense.
«La segunda quincena será más similar a 2016, que no había sido ya muy buena, sino sólo normal. El buen clima ayuda. La gente sabe que Mar del Plata está barata, porque hay mucha oferta y poca demanda. Hay promociones en la ciudad, tanto en hoteles como en gastronomía», agregó Donsini.
Los hoteles de La Feliz viven una situación similar. «Este año están reservando a muy último momento, más sobre la fecha que nunca, sobre el mismo día o el día anterior. Antes teníamos consultas previas y concretaban sobre la fecha, ahora las consultas y reservas se hacen todas en el mismo momento», comentó Gonzalo Pereira, gerente Comercial y de Marketing de Álvarez Argüelles Hoteles, que opera cuatro hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas.
Incluso los equipos de fútbol que llegan de pretemporada reservan para último momento. «En el Costa Galana y en el Iruña alojamos clubes, algo que en enero no solía hacerse, pero que ahora ayuda, con pensión completa. El miércoles nos reservaron para la semana que viene, nunca antes lo hacían tan sobre la fecha. Y también vamos a alojar una semana a Boca» comentó Pereira.
Tanto hoteles como propiedades aseguran que aumentaron sólo un 20% los precios, frente al promedio superior de 40% de inflación de 2016, para lograr tener ocupación. «Hicimos muchas promociones. Cerramos un acuerdo con Mattel, por el cual en el Costa Galana le damos a los chicos que llegan un kit de Barbie con muñeca o de Hot Wheels, con parador de Barbie en la playa y también sorteos en la actividades de playa, y dio resultado», agregó.
También contó que el hotel «está con 65% de ocupación y, en los demás, con un 70%. Resignamos tarifa de entrada, ya en octubre y noviembre, con precios agresivos para atraer más turistas y la seguimos respetando, no vamos a perjudicar a los que nos reservan con tiempo». Igual, pronosticó una mejor segunda quincena, con los dos fines de semana que restan casi llenos, de jueves a domingo y una ocupación de 80% promedio, que «hoy es ideal; antes superar el 80% era lo ideal».
En Pinamar la temporada tampoco arrancó bien. Y si bien esperan una mejora para lo que resta de enero, los hoteleros aseguran que no compensa. «Es un desastre, durante la semana la ocupación es muy baja, los fines de semana hay un poco más de gente, pero un 45% o 50% de ocupación, muy baja. Todos vienen a último momento y piden rebajas, algo que es imposible, porque no se pueden cubrir los costos», explicó Diana Fruniz, vicepresidente de Fehgra de la filial de Pinamar. «Se ve muy poca gente sobre Bunge; los precios son competitivos, salir a comer es similar o más barato que en Buenos Aires, hay muchas promociones», agregó.
Para la segunda quincena, hay un poco más de optimismo. «Este fin de semana y el otro los hoteles estarán llenos, todo empieza a funcionar. Pero perdimos una quincena, algo que no se recupera en tres o cuatro días. Ahora hay más reservas semanales, pero tenemos toda una estructura armada para muy poca ocupación. Pensaba tomar más gente que no pude contratar, no sé qué haremos en el invierno», se lamentó Fruniz.
Fuente: El Cronista