La joven de 21 años había salido de bailar en Gualeguay el sábado a la madrugada. El principal sospechoso cumplió una condena por violación hasta el año pasado y su auto estuvo en la zona del boliche. Su mamá dijo que la última vez que lo vió estaba «nervioso y apurado». Sigue prófugo.

El sábado 1 de abril Micaela había ido a bailar como cada fin de semana. La última conversación que tuvo con su teléfono celular fue con su novio al que le confirmaba que estaba volviendo a su casa. Sin embargo, nunca llegó y cada vez cobra mayor fuerza la hipótesis de que fue víctima de un delito sexual.

El principal sospechoso es Sebastián Wagner. ¿Cómo se llegó a él? En primer lugar, porque las cámaras de seguridad de Gualeguay confirmaron que su auto estuvo en la zona del boliche al que asistió Micaela.

Además, tras encontrar el vehículo, en un rastrillaje encontraron tierra, pelos y manchas que están siendo investigadas. Otra cámara de seguridad reveló que el auto de Wagner estuvo 37 minutos en un descampado.

El fiscal Dardo Tortul se centró en una hipótesis: «No hay un video que marque que ella suba al auto, si formulamos una hipótesis de trabajo en base a los recorridos del vehículo como de ella y algunas apariciones juntos que se hacen en otro momento», dijo en declaraciones a los medios.

Wagner está prófugo desde el domingo. Néstor Pavón, el dueño del lavadero de autos en el que trabajaba le dio un dinero que le había pedido y no se supo nada más de él. Pavón fue detenido en las últimas horas sospechado de haberlo ayudado a escapar.

La mujer del sospechoso confirmó que tenía dos rasguños el domingo por la mañana en la cara y en el cuello que justificó diciendo que se había peleado con un hombre en la calle.

Según se supo, Wagner viajó desde Gualeguay a la provincia de Buenos Aires en un camión al que paró haciendo dedo. En Campana fue recibido por su padrastro que lo llevó a su casa el miércoles pasado. Sospechan que el sospechoso aún está en la Provincia. El padrastro, también quedó detenido en las últimas horas.

Ante la Justicia, la mamá de Wagner dijo que lo vio «nervioso y apurado».

Además, durante el proceso se conoció una tercera denuncia de ataque sexual que había ocurrido el 11 de mayo de ese mismo año, también en Concepción del Uruguay. En este caso, Wagner señaló a su hermano gemelo como el autor material y no se pudo comprobar el delito.