Es una temible enfermedad de los cítricos, que en los Estados Unidos provocó pérdidas por US$ 10.000 millones, mientras que en Brasil salieron de producción 200.000 hectáreas. Coca-Cola se unió a productores para trabajar en conjunto.
Milllones de dólares perdidos y 12 fábricas cerradas en Florida, Estados Unidos. 200.000 hectáreas perdidas en Brasil y 120.000 infectadas. Esas son algunas de las cifras que, según la Asociación de Citricultores de Concordia, registran los estragos de la enfermedad HLB, una amenaza latente para los cítricos de la Argentina. En conferencia de prensa junto a Coca-Cola y representantes del Gobierno, la organización presentó los avances conjuntos del plan de prevención iniciado en 2014 y renovó la advertencia sobre el peligro que corren los cultivos locales.
Con un equipo conformado por representantes del Ministerio de Agroindustria de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Senasa, el gobierno provincial de Entre Ríos, el municipal de Concordia y el apoyo económico de Coca-Cola, la asociación encabeza una cruzada para evitar la pérdida de al menos 36.000 hectáreas, ubicadas en Concordia y Federación, Entre Ríos, y unos 38.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
La enfermedad, además, representa un riesgo para otras zonas de cultivo de cítricos en el país, y es por eso que la organización desea «marcar una línea de acción» como aporte para una estrategia nacional. Para eso, difunde la importancia de monitorear las plantas y fortalecer barreras fitosanitarias, dos medidas que ya toman desde el plan de prevención.
De acuerdo con Juan Machera, director de Fruticultura y Horticultura del Ministerio de Agroindustria, el Gobierno lleva invertidos unos $ 1800 millones en distintas problemáticas fitosanitarias, y la prevención del HLB es uno de esos objetivos. Explicó que, desde Concordia, les llegó la propuesta de participar en el proyecto que encajaba con el objetivo de la cartera: intentar resolver los problemas con integración de los sectores público y privado.
Desde 2014, el trabajo para el análisis y diagnóstico del HLB lleva analizadas más de 1280 hectáreas en Concordia y Federación y, hasta el momento, no encontraron rastros de la enfermedad. Por el contrario, en Misiones sí se hallaron plantas infectadas, y es por eso que el proyecto incluye un refuerzo en las barreras fitosanitarias de la provincia de Entre Ríos. Además, los cultivos de países limítrofes como Brasil y Paraguay ya tuvieron diagnósticos que preocupan a la Argentina. «Se estima que la pérdida de la citricultura dulce en el mundo es de un 30%, aunque no hay números exactos», aclaró Cecil Taylor, vicepresidente de la organización.
«Jugo se va a consumir siempre, pero puede llegar a faltar si no se toman las medidas correspondientes», añadió. Por su parte, Cristian Pérez, gerente de asuntos públicos de Coca-Cola Argentina, subrayó que el interés de la compañía en aportar a la prevención es por la importancia de la citricultura para su cadena de valor: «La empresa compra unos 250 millones de dólares por año en jugos y derivados en la Argentina, lo que equivale a unas 42.000 toneladas y 80% de esa cantidad se exporta», resaltó.
«Lo que pusimos en marcha en Entre Ríos entre actores de los sectores público y privado es el primer trabajo serio que se hace en el mundo -continuó Taylor-. Vamos a tratar de hacer algo para cambiar toda la citricultura».
Finalmente, Julio Jaime, tesorero de la asociación, indicó que el sector citrícola entrerriano sufrió y sufre un «fuerte proceso de descapitalización». De casi 1900 productores, «entre un 80 y un 90% tiene entre 20 y 50 hectáreas». Jaime advirtió que «el enorme primer problema», si no se controla el HLB, es la pérdida de la «esencia de inclusión social», que tiene la actividad frente a una posible mayor concentración. Concluyó: «No estamos buscando la enfermedad, estamos preparándonos para que, si la encontramos, podamos resolverlo».
Fuente: La Nación.