9 octubre, 2017 12:11
El Presupuesto Nacional 2018 contempla una reducción significativa para diversos organismos científicos estatales, particularmente para la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que sufre un recorte del 36,4%. Otros entes que sufren reducciones de presupuesto que indican que la ciencia no es prioridad para el gobierno de Cambiemos son el Ministerio de Ciencia y Técnica, el Conicet, el INTI, el INTA y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud.
Según el artículo publicado este lunes por Fernando Krakowiak en Página 12, el presupuesto 2018 para la CNEA será de 3102 millones de pesos, mientras que en 2017 había recibido 4881,5 millones. El presupuesto del próximo año directamente no contempla fondos para el reactor de investigación RA-10 (que durante 2017 recibió 1682 millones), pero se asegura que los fondos llegarán por otra vía. Si se diera por buena esa información y el presupuesto para el RA-10 se mantuviera inalterado, de todos modos el presupuesto total sería un 3% menor al del año pasado.
Teniendo en cuenta que el personal de la CNEA acordó un aumento salarial del 20% y la dinámica inflacionaria de la economía nacional, queda claro que el recorte neto del presupuesto que el Estado Argentino destina a la investigación científica en el área atómica es mucho mayor al 3%, alcanzando valores de poda nominal de hasta un 22%. La partida destinada a sueldos del personal durante 2017 fue de 1956,2 millones de pesos (sin contemplar el aumento del 20% acordado a posteriori), pero para 2018 se destinan al mismo ítem 1920,9 millones, es decir, un recorte de 1,8% que no toma en cuenta ni la paritaria acordada ni la que deberá cerrarse el año próximo. En general esto se compensa con fondos que llegan por fuera del presupuesto, pero ya se sabe que desde el Gobierno apuestan a una negociación paritaria en el Estado que no supere el 15%, por lo que el mecanismo de tener que girar fondos especiales no fijados en el presupuesto aumenta las posibilidades de presión por una paritaria a la baja.
Sin embargo, el recorte más fuerte se da en el ítem presupuestario para bienes de uso, que en 2017 recibió 1640,3 millones y el próximo año apenas obtendrá 75,8 millones (recorte del 95,4%), que oficialmente se explica porque la mayor parte de este rubro se destinaba al reactor RA-10, que ahora se promete financiar por otras vías. La partida para bienes de consumo pasa de 161,4 millones a 74,6 (retroceso del 53,8%), mientras que las transferencias a universidades y sector privado caen 82% y la partida para servicios (técnicos, limpieza, alquileres, etc.) aumenta un 8,3%, muy por debajo de las previsiones inflacionarias.
En otros rubros, la dinámica es similar. “Actividades centrales” (funciones de dirección, administración, coordinación y relaciones interinstitucionales) aumenta un 11,5%, lo que aún está por debajo de la inflación proyectada; “Desarrollos y suministros para la tecnología nuclear” (programas para mantener actualizadas las áreas de diseño, ingeniería, montaje, operación y extensión de la vida útil de las centrales nucleares en operación) pierde un 75,6%, que nuevamente se explica por las partidas para el RA-10; “Aplicaciones de la tecnología nuclear”(desarrollo de tecnologías innovadoras en radioisótopos y radiaciones ionizantes) retrocede un 0,7%; “Acciones para la seguridad nuclear y la protección ambiental” (disposición de residuos radioactivos, gestión ambiental y seguridad nuclear) aumenta sólo un 7,3%; “Investigación y aplicaciones no nucleares” (energía solar, micro y nanotecnología) sufre un recorte del 37%; “Suministros y tecnologías del ciclo de combustible nuclear” se reduce un 8,6% y “Coordinación Nacional del Programa de Medicina Nuclear”, por último, prevé un retroceso del 70%.
Desde el Ministerio de Energía aseguran que el reactor experimental argentino sigue siendo una prioridad. El ministro Juan José Aranguren confirmó a Página 12 que “tanto el RA-10 como el proyecto CAREM continúan como fueron planificados. Durante la discusión del presupuesto 2018 se confirmará dicha política”.
Desde 2015, el recorte que la nueva administración aplicó al área ciencia y tecnología (incluyendo Ministerio de Ciencia y Técnica, Conicet, INTI, INTA, CNEA y Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud) es de más de un 15% en términos reales. Estos violentos recortes en las diversas partidas de la CNEA dispararon las alamas en el sector nuclear argentino, que se encuentra en estado de alerta y tratará de modificar las previsiones actuales antes de la aprobación definitiva del Presupuesto 2018 en el Congreso Nacional, lo que sucederá probablemente en el mes de diciembre.
Fuente: Informe Político.