28 mayo, 2018 18:47
Ariel Panozzo Galmarello, el nuevo presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCIER), habló sobre los temas que preocupan a la citricultura y apuntó a la falta de respuestas por parte del Estado.
En comunicación con Campo en Acción, el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCIER) recientemente electo, Ariel Panozzo Galmarello, habló sobre la situación que atraviesa la citricultura en la provincia.
«Los temas que preocupan son siempre los mismos, Hace años venimos peleando para cambiar algunas políticas para el sector, principalmente el tema fiscal y laboral. Venimos trabajando fuertemente con un equipo técnico sobre la reforma laboral. Necesitamos políticas de Estado para seguir sosteniéndonos como producción»- reclamó el referente de la entidad.
Sobre la cuestión sanitaria en la región Panozzo Galmarello expresó que el tema fitosanitario también es otro de los puntos que más preocupa. El HLB está controlado y se está trabajando fuertemente para que el productor tome conciencia de lo que es esta enfermedad.
«Desde la Secretaria de la Producción de Entre Ríos no estamos recibiendo las respuestas que se necesitan en cuanto a las barreras fitosanitarias que hace casi 3 años venimos bregando. A la provincia no le sale nada, es costo cero porque se financia con planta de los productores. Esa barrera es muy importante para nosotros porque somos una provincia de paso, y en norte el HLB está muy complicado. Lamentablemente de la parte política no estamos encontrando la respuesta», afirmó.
Además la restructuración de Senasa afecto la realización de monitoreo. «En la regional de Concordia 6 personas fueron desafectadas de Senasa, en este sentido estamos pidiendo reuniones con directivos para que se pueda rever esta situación. No es fácil capacitar a los monitoreadores y despedir a la poca gente que sabía de monitoreo resintió bastante el trabajo»- aseguró Panozzo Galmarello.
Por último hizo referencia al impacto del clima sobre la producción citrícola. «Pegó fuerte, en pocos días cayeron muchos milímetros más la humedad se sumaron al daño que había dejado a la sequía, pero lo bueno es que la fruta tardía que va a venir de agosto a septiembre fue beneficiada», finalizó.