El acoplado que cargaba el tanque con gas butano se desprendió del camión y volcó a la vera de la ruta 12, en la mano que va desde Buenos Aires hacia Entre Ríos. Una espesa niebla reducía la visibilidad casi totalmente.
Los Bomberos Voluntarios de Ceibas debieron intervenir esta mañana en un peligroso accidente ocurrido a la altura del kilómetro 140 de la Ruta Nacional 12, en la mano que va desde Buenos Aires hacia Entre Ríos.
En ese lugar y mientras una espesa niebla reduce la visibilidad casi totalmente en el trazado vial, un camión cisterna que transportaba gas butano, se despistó y volcó en la banquina.
Como consecuencia del accidente, el tractor del equipo terminó en el campo y la cisterna sobre banquina, indicaron los Bomberos Voluntarios de Ceibas. El camión era conducido por un hombre de 33 años, domiciliado en la ciudad de Curuzú Cuatiá (Corrientes). El vehículo pertenece a la empresa Amarilla Gas.
Debieron cortar un carril para limpiar la cinta asfáltica y se estimaba que los trabajos se extenderían hasta las 11. Además, señalaron que al lugar debe llegar otro equipo para traspasar el gas.
La visibilidad en la zona se encuentra reducida por la niebla y trabajan fuerzas de seguridad para controlar el tránsito.
¿Qué es el gas butano?
El gas butano es similar al propano, salvo que este último es para fines industriales. Los dos son inodoros e incoloros.
El butano comercial es un gas licuado, obtenido por destilación del petróleo, compuesto principalmente por butano normal (60%), propano (9%), isobutano (30%) y etano (1%).
Como es un gas incoloro e inodoro, en su elaboración se le añade un odorizante (generalmente un mercaptano) que le confiere olor desagradable. Esto permite que se detecte en caso de fugas, porque al ser muy volátil puede acumularse en un recinto y provocar una explosión.
Para extinguir un fuego originado por gas butano se emplean distintos métodos, como dióxido de carbono (CO2), polvo químico o niebla de agua.
La principal aplicación del gas butano (C4H10) es como combustible en hogares para la cocina y agua caliente, y en los encendedores de gas. No suele consumirse en grandes cantidades debido a sus limitaciones de transporte y almacenaje. Aunque también se emplea como combustible para encendedores de bolsillo.
