10 mayo, 2019 11:07
El Gobierno autorizó un ajuste del 4%, que se suma a los otorgados en febrero y abril. El envase de 10 kilos costará con envío entre 400 y 500 pesos.
Con los incrementos de los nuevos precios máximos de referencia, el gobierno nacional habilitó el tercer ajuste de precios del año en un servicio vital para la mayoría de los hogares argentinos.
Mediante resolución de la Secretaría de Energía de la Nación, se estableció que los nuevos valores para el gas licuado en garrafas de 10, 12 y 15 kilogramos tendrá una modificación del 4% a los valores vigentes. De ese modo, acumulan una suba del orden del 70% en lo que va del año.
Según confiaron ayer a Diario UNO desde distintas distribuidoras, la garrafa de 10 kilogramos ayer aún tenía un costo en boca de venta de 300 pesos, y de 400 a 420 pesos con envío; el precio oficial era de 278,41 más IVA actualmente, y ahora llegará a 307,64 pesos. Ese envase es el de mayor venta, ya que incluso las garrafas de 12 y 15 kilogramos –cuyos precios se incrementarán a 334,10 pesos y 417,60 pesos respectivamente– algunas empresas dejaron de comercializarlas.
La medida tomada por la Subsecretaría de Hidrocarburos y Combustibles y publicada en el Boletín Oficial, no contempla el IVA ni Ingresos Brutos, como así tampoco el costo adicional por entrega a domicilio.
Por lo tanto, con el nuevo ajuste, el precio será no menor a 320 pesos con retiro en el local, y de unos 450 pesos con envío a domicilio, se estimaba ayer.
Mientras el precio de las garrafas compuestas por gas butano es regulado por el Estado nacional, el cilindro de 45 kilogramos de gas propano sufre variaciones permanentes dependiendo de distintas variables internacionales. Así, uno de los distribuidores consultados ayer por UNO reconoció que en los últimos dos meses ha tenido modificaciones bisemanales.
Por ello, cuesta entre 2.400 y 2.450 pesos incluyendo el costo de envío. A diferencia de la garrafa de 10 kilogramos, que es transportada en muchos casos hasta en motocicleta, el cilindro prácticamente sale siempre con el repartidor de la firma comercial.
Ante la consulta del volumen de operaciones de cada envase, desde una distribuidora ubicada en avenida Larramendi se informó que alrededor de un 80% de las ventas corresponden a envases de 10 kilogramos, mientras que el 20% restante alcanza a los tubos de 45 kilogramos.
«Con el tema de la crisis, se vende más la garrafa de 10 kilos, y cayó un poco el cilindro grande», confió. Es que quedarse sin gas y querer reabastecerse con el tubo de 45 kilogramos, requiere desembolsar 2.500 pesos en el momento.
La diferencia entre gas butano y propano no es de rendimiento, sino de presión y potencia, confió. El gas propano, más azul, es posible abastecer desde una cañería algo alejada a los aparatos que lo demandan. «Algunos readaptan conexiones, y al menos por un tiempo se pasan a las garrafas», indicó.
Según estimaciones oficiales los hogares abastecidos con garrafa en la provincia corresponden a más de la mitad de la población. Y hay unos 60.000 beneficiarios del Programa Hogar que reciben un subsidio estatal de 152 pesos por garrafa. Junto con el ajuste del precio, se dispuso esta vez también subir 12 pesos (a 164 pesos) ese beneficio, que en anteriores aumentos del servicio había quedado congelado.
En pocos meses, la garrafa de 10 kilogramos pasó de 180 pesos a los más de 320 pesos que costará a partir de mañana.
Operadores comerciales contaron a UNO que este año hubo subas el 1° de febrero y el 1° de abril del orden del 30% en cada caso.