-Esto es muy importante. Hay que hacer una mamografía por año y la ecografía es un complemento, porque lo que buscamos en la mamografía son microcalcificaciones agrupadas que son puntitos blancos, como cabecitas de alfiler que se ven con lupa y no se ven en la ecografía. Esas microcalcificaciones, en tres o cuatro años, va a ser un nódulo que la mujer va a palparlo, pero nosotros lo vimos antes. Hoy la detección temprana es la vida del paciente.
En la ecografía vemos con más nitidez lo que son quistes o tumores, pero no las microcalcificaciones que tanto nos importan.
Son complementarias, no es que una suple a la otra.
-¿A partir de qué edad es esta recomendación de una mamografía anual?
-Depende de cada especialidad de las imágenes. Por ejemplo, la resonancia magnética y la tomografía computada lo son para el cerebro y el sistema nervioso; la ecografía nos ayuda muchísimo en abdomen, próstata, mama, útero, ovarios; la mamografía específicamente para la mama. Además se pueden hacer cirugías o punciones guiadas por ecografías; si hay un nódulo en la próstata, nosotros lo vemos y al lado está el patólogo pinchando justo en el lugar donde está el nódulo.
-¿La imagen puede determinar con certeza si un tumor es benigno o maligno, o siempre es imprescindible hacer una biopsia?
-Por las imágenes, nos acercamos bastante. Por ejemplo en las mamas, un nódulo tiene ciertas características que nos da un 98% de benignidad y otro, todas las características de ser maligno. Pero células no vemos, así que el sello de si es benigno o maligno lo pondrá la biopsia. Si en la mama vemos un nódulo que es una pelotita de bordes bien definidos, que no produce distorsiones de la región vecina, son características de que es benigno. Ahora vemos un nódulo que tiene como espículas, como rayos de sol que retrae el tejido vecino, tenemos casi la certeza de que es un cáncer.
-¿Hay una edad límite?
-No, porque la vida se ha extendido. Si una persona tiene cáncer a los 70, tiene todas las chances de vivir bien los próximos años. Así que yo digo que la mamografía hasta los 80 años. Es la vida de la mujer. Son cinco minutos, cuatro fotos de la mama. Si están estos puntitos que digo, se opera, si era un cáncer era tan incipiente que no le damos chances a que se vaya al cerebro o los pulmones. En cambio si uno lo deja, como hacen muchas mujeres por ignorancia o porque vivimos en un país en que no se inculca la importancia por la salud, cuando lo tocamos, ya es tarde.
-Hay mitos en torno a la mamografía.
-Esos mitos son por ignorancia. Los digo y los rebato.
Uno dice que es dolorosísimo, y luego de venir dicen: “esto era…”. Te aplasta la mama un poquito y en cinco minutos se terminó todo.
Otro mito habla de la radiación. La radiación de un equipo de mamografía equivale a 15 minutos de sol un día normal; es insignificante. Decían que había que poner un protector de tiroides porque afecta la glándula, pero es tan mínima la radiación que larga, que esto es mentira. Y si uno pone un protector de tiroides, que es un elemento plomado, como todos los equipos hoy son automatizados, censa el protector y hace repetir las placas. No tiene sentido. Por otra parte, el cáncer de tiroides aumentó, pero en varones y mujeres, y los primeros no se hacen mamografía.
En internet sale gente que sabe y otra que no, y causan un gran daño, porque hoy detectar el cáncer de mama es salvarle la vida a la paciente.
Uno siempre piensa que le pasa al otro. Por estadística sabemos que una de cada 10 mujeres va a tener cáncer de mama, y la única forma de salvarse es detectarlo en forma bien temprana, antes de que vaya a otro órgano, porque donde una célula se escapa, va y coloniza en otro lado.
-¿Qué permite ver una ecografía transvaginal que quizá no se detecte con una convencional?
-En la ecografía transvaginal vemos más cerca y con mayor nitidez los ovarios que son pequeños, miden apenas 2 cm.
En un embarazo de 4 o 5 semanas no tenemos que atravesar todos los órganos para verlo.
-¿Cuán importante es realizarse una ecografía de tiroides?
-Es muy importante para detectar posibles nódulos.
-Aunque el análisis de TSH dé bien.
-Sí, el análisis mide en sangre la cantidad de hormona que está largando la glándula, pero en la ecografía vemos si hay un nódulo o tumor. Hay que hacer ambos, porque uno puede dar normal y el otro no.
-Claro, detectamos problemas en forma precoz. Antes de finalizar el primer trimestre ya se puede detectar alguna malformación, y podemos verlo en 4 D. Vemos los riñones del bebé, las cuatro cavidades del corazón, la inserción de la nariz que al ser medio baja se sospecha un síndrome de Down, la cantidad de dedos, si hay hidrocefalia. En la semana 11 se hace lo que llamamos translucencia nucal, vemos si atrás de la columna cervical hay una rayita negra de más de dos milímetros que es indicador de problemas cromosómicos. A las 20 semanas se hace la morfológica, donde se ven los cortes cerebrales por si hay problemas en los ventrículos, los miembros y cada uno de los órganos.
-Algunas de estas cosas pueden recibir tratamiento antes del alumbramiento.
-¿Qué permite ver un eco doppler?
-El eco doppler periférico permite ver obstrucciones de arterias o venas.
En el caso del eco doppler fetal, nos sirve para ver si hay sufrimiento. Observamos las arterias del cerebro del bebé, las arterias uterinas de la mamá y las de la placenta. Cuando hay un problema en el embarazo, el bebé dilata las arterias cerebrales para que le llegue oxigeno al cerebro, entonces nosotros vemos la velocidad del flujo, si es baja porque si dilató la arteria, sospechamos que hay sufrimiento fetal.