20 septiembre, 2019 11:37
DINERO GRATIS
«Dinero gratis», esa es una frase atractiva para cualquiera y hay que decir que los faucets se tratan exactamente sobre eso: son páginas web o aplicaciones muy fáciles de usar, mediante las cuales puedes conseguir criptomonedas de forma gratuita. O al menos una pequeña fracción cada cierto tiempo, a cambio de realizar tareas muy pequeñas; desde resolver un simple test Captcha hasta ver anuncios o jugar.
La palabra “faucet” significa literalmente grifo o llave y estos sistemas de recompensa toman de allí su nombre debido a que “gotean” ínfimas cantidades de criptomonedas, tal como un grifo podría gotear pequeñas cantidades de agua cada cierto tiempo. Estos regalos usualmente van desde los 100 satoshis (la unidad mínima de bitcoin) hasta los 10.000 satoshis o más. Para enero de 2019, esto es equivalente a entre $0.0035 y $0.35 por cada reclamo, que varía entre minutos y días.
Una página que regala criptomonedas sólo porque sí, sin duda, puede resultar sospechosa. Sin embargo, la mayoría de los faucets son legítimos. Para explicar por qué, debemos remontarnos a sus orígenes.
El primer faucet fue creado en junio de 2010 por el reconocido desarrollador Gavin Andresen, Mantenedor Principal de Bitcoin Core durante 4 años. Para aquel momento, apenas se había realizado el primer intercambio comercial utilizando bitcoins (BTC), así que la criptomoneda era casi por completo desconocida. Con el fin de cambiar esto y darla a conocer entre la gente común, Andresen desarrolló una página web en donde se le regalarían pequeñas cantidades de bitcoins a cualquiera dispuesto a visitarla. De esta forma, lograría que más y más personas conocieran la criptomoneda y realizaran sus primeras transacciones, libres de riesgo.
Las primeras versiones de ese faucet otorgaban gratis a cada visitante 5 BTC, equivalentes entonces a $0.4 y en el mejor momento (hasta la fecha) del precio de bitcoin en 2017 a $100.000. Por supuesto, ni Andresen ni nadie podía llegar a imaginar semejante salto en aquel momento.
La tradición se quedó desde entonces y los faucets, cada vez más numerosos y ofreciendo distintas criptomonedas, se establecieron como un método de aprendizaje para los usuarios más inexpertos. No obstante, los administradores de estas páginas no las alimentan sólo por generosidad: los faucets también son un modelo de negocio.
Existen varias formas en que los dueños de una página o app faucet pueden generar ingresos, pero quizás la principal es a través de publicidad. Los faucets suelen ser páginas con un alto tráfico, algo no tan difícil de lograr cuando se atrae a los visitantes con la promesa de dinero gratis. Aprovechando esto, muchos faucets posicionan anuncios en casi todos sus espacios libres.
Dichos anuncios, al menos de cara al administrador y los anunciantes, pueden ser de tres tipos: costo por cada mil visitantes (CPM), costo por cada click (CPC) y afiliados, donde el usuario debe registrarse o comprar algún producto para que el administrador del faucet reciba algún porcentaje de comisión.
Otros faucets han instalado mineros web que toman el poder de procesamiento del CPU y/o GPU de sus visitantes para producir nuevas criptomonedas, o tienen un sistema de loterías y apuestas del que dependen sus ganancias.
En este sentido, se puede decir que en realidad los faucets no son tan gratuitos como aparentan. Puedes conseguir allí algunas fracciones de criptomonedas, pero siempre será a cambio de formar parte del tráfico de la página durante el mayor tiempo posible, lo que ayuda a producir sus ingresos.
Tipos de faucet
En esta sección podríamos dividir los faucets por el tipo de criptomoneda que ofrecen o por su método para conseguir ingresos. Pero, dado que el primer factor resulta evidente y el segundo pasa más bien inadvertido de cara al usuario, podemos dividirlos, en su lugar, por el tipo de tarea que el usuario debe superar para conseguir su recompensa.
Básicos
Este es el tipo de faucet más común. La única tarea que el usuario debe cumplir es ver anuncios, dar clic en el test Captcha o en algún link para recibir su pequeña recompensa. Esa simple acción con premio incluido puede realizarse, según sea el faucet, cada ciertos minutos, cada ciertas horas o cada día. Cabe considerar que mientras más espaciados se permitan los reclamos, mayor es la cantidad ofrecida y, mientras menos espaciados, menor. Por ejemplo, un faucet puede permitir obtener una recompensa de 100 satoshis cada cinco minutos o una de 10.000 satoshis cada tres horas.
Más allá de ese método, estos faucets también ofrecen otras vías para ganar un poco más. Pueden ser loterías o apuestas para las que se debe comprar algún ticket, bonus de lealtad (conectarse cada día, por ejemplo) o al azar, concursos y sistemas de referidos. Estos últimos son muy comunes y, además, suelen dar recompensas mucho más altas que los clics. Se trata básicamente de conseguir que nuevos usuarios se unan a ese faucet y empiecen a cobrar. Por cada referido se ofrece un porcentaje determinado respecto al monto que el usuario atraído cobre en el faucet. Ejemplos de este tipo son Moon Bitcoin y FreeBitco.in.
Los siguientes no son como tal “tipos” de faucets, pero sí se pueden relacionar con dicha categoría hasta cierto punto.
Auto faucets y rotadores: se tratan de bots o páginas que permiten, al menos en los faucets básicos, facilitar o saltarse la única tarea a realizar por el usuario, pues recolectan de forma automática (en caso de los auto faucets) o parcialmente automática (los rotadores) las fracciones de criptomonedas. Para ello, saltan de forma mecánica de faucet en faucet.
Los auto faucets operan sin apenas intervención, mientras que los rotadores sólo cambian la página a otra registrada del mismo tipo, y es el usuario quien completa la tarea requerida. Es muy importante tener en cuenta que los auto faucets son en realidad perjudiciales para el modelo de negocio de los faucets pues es el administrador el que pierde: las compañías a las que publicita en sus anuncios pagan por las vistas de personas reales, no de bots. Asimismo, el sólo visitar un faucet por algunos momentos produce ganancias bastante insignificantes y es probable que la página retenga todas las ganancias de la cuenta si se le descubre relacionada a un bot.
Carteras faucet y grifos secos: las carteras faucet (wallet faucets) son apps o páginas que ofrecen un servicio de cartera digital para almacenar criptomonedas, pero con la peculiaridad de prometer bonos e intereses por cada depósito. A diferencia de las microcarteras, no son centros para recibir las recompensas de los faucets, sino plataformas aisladas.
Por desgracia, usar carteras faucet no suele acabar bien para los usuarios: cuando se intenten retirar los fondos junto a las presuntas ganancias, es probable que se descubra que la plataforma ya no existe, no lo permite o pone una etiqueta de retiro exitoso pero las criptomonedas nunca llegan a su destino. Quizás no sea siempre el caso, pero es bastante usual, así que se debe tener mucho cuidado si se quiere usar una de estas carteras faucet.
Por otro lado, también rondan algunos grifos secos por la red, es decir, faucets que no pagan realmente u ofrecen una meta de retiro irreal, de modo que la mayoría de sus visitantes acaban rindiéndose antes de cobrar. Diferenciarlos a simple vista de los legítimos es casi imposible, así que antes de probar algún faucet debería buscarse alguna crítica externa.
Después de realizar esas pequeñas tareas en cada faucet, vale preguntarse dónde están los fondos y cómo reclamarlos. Muchos faucets solicitan una cartera personal al momento del registro, y es allí a donde enviarán los fondos que se consigan, eventualmente. Sin embargo, en principio, esas pequeñas recompensas se quedan dentro del sistema de la página o van a parar a una microcartera (microwallet).
Estas microcarteras son idénticas a cualquiera que pudiéramos instalar en nuestros dispositivos o conseguir online (Jaxx, Exodus, BitPay, Coinbase, etc.), pero suelen tener un límite en la cantidad que pueden contener, pues están diseñadas específicamente para los micropagos. Se utilizan para ir acumulando pequeñas cantidades en criptomonedas sin tener que lidiar con las tarifas de transacción, las cuales borrarían las ganancias apenas el usuario las retire. Una vez alcanzado el límite de la microcartera, los fondos pueden transferirse automáticamente a cualquier otra cartera digital.
Gran cantidad de faucets optan por utilizar este servicio, así que redirigen a la página de la microcartera elegida cuando un nuevo usuario se registra, para que este consiga primero una dirección allí. Ejemplos populares de microcarteras son CoinPot y FaucetHub, la cual, de hecho, ofrece una lista de los faucets que la utilizan.
En cuanto a los retiros de los faucets, la gran mayoría de ellos tiene establecida una meta mínima que varía según la plataforma. Hasta no alcanzar esa meta, será imposible retirar los fondos acumulados. En ese sentido, se puede afirmar que los faucets están diseñados para mantener su tráfico estable: no es suficiente con sólo entrar un par de veces a conseguir alguna muestra de criptomonedas. Hay que continuar reclamando entre sus intervalos de tiempo establecidos hasta conseguir la cantidad necesaria, al menos si se quiere retirar dinero.
¿Son rentables?
Ante esta pregunta nos enfrentamos a dos caras: el usuario y el administrador del faucet. Empecemos por el usuario: la verdad es que, al menos a la fecha, no te harás millonario utilizando faucets de criptomonedas. Las cantidades que se entregan son sólo muestras, pequeñas fracciones de mucho menos de un dólar, con propósito sobre todo educacional. Con lo que más puede ganarse es con los referidos y tal vez, si hay suerte, con los concursos y las apuestas. Llegar a la cantidad suficiente para un retiro promedio, incluso si reclamas varias veces todos los días, puede tomar semanas y ser de sólo unos cuantos dólares, sin llegar siquiera a las dos cifras.
Lo que más ofrecen los faucets a sus usuarios no es dinero, sino experiencia. Con ellos se puede aprender a manejar cierta criptomoneda sin riesgos de inversión, abrir una primera cartera, realizar las primeras transacciones. Todos ellos ofrecen una sección informativa con preguntas y respuestas sobre el criptomundo, así que, lejos de ser sólo “páginas que regalan dinero”, se trata de páginas educativas.
Quizás la mayor expectativa de retorno económico que pueden tener los usuarios en este caso es que la criptomoneda del faucet suba de precio en el mercado posteriormente, tal como sucedió con Bitcoin desde 2010.
Ahora bien, hay que decir que el administrador de un faucet siempre se lleva mucho más que los usuarios, pero también ha puesto muchos más recursos en ello. Es el encargado de escoger el tipo de ingresos que tendrá la página, estar al pendiente de los aspectos técnicos, debe cuidarse de los bots y también de los hackers, y, en definitiva, tomar cada decisión que puede llevar al faucet a su éxito o a su fracaso.
Ofir Beigel, administrador general de la página educativa 99Bitcoins, contó a finales de 2018 su propia experiencia llevando un faucet, desde su inicio hasta los motivos que lo llevaron a cerrarlo. En este caso se trató de Milli.io, un faucet básico que repartió durante tres años un total de 12.795 BTC a sus usuarios e incluso contaba con un plugin para que otros pudieran instalarlo en WordPress.
Este faucet comenzó otorgándole apenas 223 dólares de ganancias mensuales, ya excluyendo los gastos. Para 2016, no obstante, logró alcanzar casi 2.000 dólares mensuales “casi por completo en autopiloto”. Pese a ello, Google AdSense, de donde provenía la publicidad que daba los ingresos, no tardó mucho en prohibir el tráfico con incentivos, lo que, básicamente, acabaría asesinando el faucet.
Beigel cuenta que tuvo que cambiar de proveedor de publicidad, lo que llevó a que se viera obligado a promocionar productos sospechosos, además, con ingresos mucho menores. Intentó implementar la minería web, pero esta tampoco resultó muy productiva. Así que, en octubre de 2018, Milli.io cerró oficialmente.
A pesar de todo, Beigel asegura que llevar un faucet aún es rentable, siempre que se esté dispuesto a recurrir a cualquier clase de publicidad y se trabajen con otras criptomonedas, además de bitcoin, pues tienen, dice Beigel, más espacio para el crecimiento.
En otros casos, los faucets son más una estrategia de las compañías para educar y atraer clientes hacia sus propios productos, como carteras o casas de cambio, que un sitio realmente independiente para producir ingresos.
Contra todo pronóstico, los faucets continúan superando sus propias dificultades y siguen existiendo en bastante cantidad, al punto en que hay varias páginas dedicadas sólo a listarlos. Una de ellas es Faucet Dump, que los ordena según la criptomoneda ofrecida. Sólo en esa página están listados, para enero de 2019, 420 faucets que trabajan con 48 criptomonedas distintas, incluyendo Bitcoin, Bitcoin Cash, Cardano, Dogecoin, Ethereum, Litecoin, Ripple, NEO, NEM, Steem, Stellar y Zcash.
Entre toda esa cantidad, sin embargo, se destacan algunos bien sea por sus altos pagos, sus funciones únicas o el tiempo que llevan en línea. Antes de mencionar algunos, es necesario advertir que varios de ellos podrían contener publicidad u ofertas engañosas, así como redirigir a páginas de alto riesgo. Por desgracia, esta es una característica común en la mayoría de los faucets, de modo que se debe entrar bajo riesgo propio.
El primero de estos faucets fue Moon Bitcoin, presente en el ecosistema desde 2015 y aún en línea. Se trata de un sitio que a simple vista puede lucir un tanto sospechoso e incluso un poco saturado de publicidad, pero no sólo es legítimo, sino que es uno de los faucets más reputados del ecosistema.
Permite hacer reclamos cada cinco minutos y, más allá de ese límite, cuando se quiera hacerlos. Lo único que se necesita es una dirección de CoinPot y se pueden hacer retiros al instante, con ganancias promedio entre 15 ($0.00054) y 250 ($0.0090) satoshis. También ofrece varios porcentajes de bono, añadidos a lo ganado en el faucet básico con Captcha: entre 1 y 100% acumulativo por lealtad diaria, 1% por cada referido, 5% por encuesta u oferta, de 1 a 100% al azar y un 100% si permites que un minero web opere en tu navegador.
Operan de forma idéntica otros cuatro faucets Moon para Dogecoin, Bitcoin Cash, Litecoin y Dash.
Este es un faucet más reciente, aparecido a principios de 2018, pero ha ganado popularidad por sus altos pagos, posibles gracias a que combina las características de un faucet básico con uno complejo.
Se pueden hacer reclamos cada hora, con un rango de pago entre los 200 ($0.0072) y 300.000 ($10.8) satoshis. La meta de retiro es de al menos 35.000 satoshis, que se depositan en la microcartera FaucetHub. Además del faucet básico, se pueden realizar tareas sencillas, completar ofertas, apostar, responder encuestas, pasar un juego de minería y ver vídeos para acumular más ganancias. Cuenta también con varios bonus: 25% por cada referido, del 1 al 100% por lealtad diaria y 5% de interés al balance general luego de acumular más de 35.000 satoshis.
Las ganancias en la página se acumulan en monedas nativas, luego intercambiables por Bitcoin o Dogecoin.
Este un juego-faucet, cuyo principal objetivo es “minar” las criptomonedas disponibles (9 en total) para ganar recompensas en bitcoin, litecoin o dogecoin. Asimismo, al juego se añaden misiones para alcanzar el poder máximo de minado y un sistema de niveles que, una vez cruzados, dan paso a nuevas recompensas. Aparte del poder de minado, tras finalizar cada nivel se consiguen puntos de experiencia, satoshis y los llamados “cristales”, que permiten seguir minando durante períodos de tiempo limitado según sea el nivel.
La recompensa es variable y está ligada al nivel. Los montos mínimos de retiro son 50.000 satoshis, 100 dogecoin y 400.000 litoshis, entregados vía FaucetHub. Están disponibles un bono diario al azar, en cualquiera de los ítems o criptomonedas del juego; y otro de 8% por cada referido. Características adicionales incluyen un intercambio, una lotería, un minero web y algunos mini-juegos.
Data de 2016 y es usualmente etiquetado como el faucet de mayor paga en ethers, con un promedio de ganancias por reclamo de 2.930 gwei (unidad mínima del ETH), equivalentes a unos 0,00034 dólares. Los reclamos pueden hacerse cada hora y el monto mínimo de retiro es de 200.000 gwei para las membresías gratuitas. En las Premium, los reclamos pueden hacerse cada 30 minutos y el monto mínimo de retiro se reduce a la mitad. Asimismo, puede utilizarse una dirección de FaucetHub o cualquier otra, pero teniendo en cuenta que los montos de retiro hacia las carteras normales van a aumentar.
Como características adicionales para mayores recompensas, el faucet ofrece también rifas, mini juegos, un bono por referido de 25%, un faucet bonus y la posibilidad de activar la minería web. Un SwissAdsPays paralelo corre de forma idéntica para Bitcoin.
Otros faucets sonados también son Bonus Bitcoin, FreeBitco.in, BitGames, Bitcoinker, BitFun, Bitcoin Aliens, FreeCardano y FreeNEM, y la serie ofrecida por BestFaucetSites para Dash, Dogecoin, Ethereum, Litecoin, Monero, Peercoin, Potcoin, Primecoin y Zcash.
Su funcionamiento es similar, pero la cantidad dispensada, los intervalos de tiempo y los montos mínimos de retiro son distintos. Del mismo modo, cada uno cuenta con características propias que ofrecen a los usuarios más posibilidades de conseguir recompensas.
En cuanto a faucets, en realidad, el límite de uso sólo es el tiempo de cada visitante. Así que puedes unirte a cuantos desees.
Perspectivas
El modelo de negocios que presentan los faucets aún es funcional, como demuestra su proliferación masiva a lo largo de Internet. Aún así, la gran desventaja de ese modelo es que aún depende mucho de la publicidad. Dado que desde Google AdSense y varias otras plataformas de anuncios suelen estar prohibidos por considerar su tráfico de baja calidad, monetizar un faucet con publicidad acaba siendo una tarea difícil. Los anuncios que los usuarios acaban viendo, o más bien, con los que acaban lidiando, ofrecen promesas y productos dudosos. En muchos casos, también entorpecen la navegación en la página y se confunden con los botones legítimos a pulsar.
La minería web ya está puesta sobre la mesa, pero no otorga las suficientes ganancias como para renunciar a la publicidad. Otras alternativas incluyen la venta de tickets para loterías, la minería en la nube e incluso el patrocinio. Características únicas y creativas, asimismo, pueden hacer la gran diferencia para un faucet, pero estas deben desarrollarse casi desde cero, en lugar de sólo tomar las soluciones rápidas que ya existen para crear faucets de la forma más simple.
El caso es que, por ahora, el negocio parece rentable (aunque no en exceso y a costa de caer en zona gris), pero para sobrevivir en un futuro donde las criptomonedas habrán crecido mucho más e incluso podrían estar reguladas hasta cierto punto, los faucets tendrían que evolucionar. En este sentido, los sitios deberían estar más “limpios” y los métodos de ingreso deberían diversificarse.
En esta época y quizás durante unos años más, seguiremos en fase de aprendizaje con muchas plataformas del criptomundo. Numerosos tokens y sistemas aún son muy nuevos y desconocidos, lo que deja espacio para aprender y, por tanto, para el éxito de los faucets. Un ejemplo destacable es el faucet que se desarrolló para Lightning Network y que funciona en las redes de prueba de Bitcoin y Litecoin: mediante su utilización, se expande el conocimiento sobre los canales de pago, todavía no demasiado populares entre el criptousuario común.
Ahora bien, en un futuro mucho más lejano, donde la mayoría de las personas tiene acceso a las criptomonedas y están familiarizadas con su uso y los sistemas relacionados, ¿sobrevivirían los faucets?, ¿para qué dedicar tanto tiempo a uno en lugar de sólo comprar o trabajar por cantidades “reales” de criptomonedas?, ¿soportarían los administradores, además, las posibles reglas que se verían obligados a cumplir? En este escenario, es muy probable que los faucets, tal y como los conocemos ahora, acaben desapareciendo, pues la causa que los originó (la necesidad de educar) también habría desaparecido.
Sin embargo, algunas compañías pueden decidir conservar sus faucets como un método más de publicidad, o bien, puede que sobrevivan los faucets complejos con pequeñas tareas que se premiarían con propinas, sin incluir ningún contador para reclamos. De momento, el presente de los faucets parece tan sólido como incierto es su futuro a largo plazo.
Fuente: Criptonoticias.com