21 octubre, 2019 12:39
"Ni un trabajador menos por la droga” fue el eje de la Jornada organizada en Concordia por el Foro de Organizaciones de Trabajadores de la Región Centro
Uno de los oradores fue el cura villero José María Di Paola, “Pepe, el cura de la villa” tal como es conocido incluso en el libro sobre su vida y obra escrito por la periodista concordiense Silvina Premat (editorial Sudamericana, Buenos Aires, julio de 2013).
Su amistad con la concordiense hace que Pepe tenga un particular vínculo con la ciudad cabecera de la costa entrerriana del río Uruguay a la que acudió este viernes para hablar frente a trabajadores en el predio del Centro Empleados de Comercio, acompañado por el también sacerdote Daniel Petelin.
“Estaba recordando, justamente, que había venido acá. A un amigo de Cáritas le contaba que la última vez que había venido a Concordia fue en ocasión del libro que hizo Silvina. Realmente un lindo recuerdo”, respondió en el primer momento de la extensa charla que mantuvo con “Despertá con Nosotros” (lunes a viernes de 7 a 9 por www.oidmortalesradio.com.ar).
En primer lugar, resaltó el valor que tiene que “que los movimientos obreros, las centrales obreras, lo tomen como un tema importante” (al de las adicciones y la recuperación de adictos). Remarcó que “lo viene haciendo, desde varios años, porque en la Pastoral de Adicciones y las Regionales de la CGT venimos haciendo estos encuentros en Córdoba y Catamarca. Vamos a hacerlo en Tucumán, hoy en Concordia y en algunas del Gran Buenos Aires”.
“Es un paso a que este tema se analice desde todos lados. Creo que no es solamente aquellos que trabajamos en distintos dispositivos de prevención o de recuperación sino que toda la sociedad, en este caso el movimiento obrero, pone su organización, su pensamiento para el trabajo de prevención y recuperación”, resaltó al ser entrevistado por la emisora de El Entre Ríos en Concordia.
Afirmó, luego, que “es el inicio de un camino. Ya hace un par de años que pensamos que no solamente la toma de conciencia sino la propia organización de los sindicatos tienen que ir asumiendo este tema como muy importante”.
“De hecho, imaginemos a un trabajador que quiere iniciar un camino de recuperación, bueno difícil será que pueda blanquear su situación si no tiene un lugar de contención, de recuperación y también la confianza de que no se van a tomar medidas contra él para poder iniciar este camino”.
De la emergencia al hecho, un largo trecho
-A la hora de hablar de recuperación, de ofrecer un espacio para ese camino aquí en Concordia tenemos experiencias recientes como un Centro en Juan XXIII. Pero aparecen como hechos aislados y, de momento, la percepción es que no alcanza. ¿Notás lo mismo?
-Tenemos los Hogares de Cristo que son y tienen como público a los lugares más postergados. O sea, creo que lo más importante en este caso es que se asuma como un tema de importancia. Fijate que, hace unos años, le pedimos al presidente que declarara al país en estado de emergencia en prevención y recuperación. En ese momento lo declaró pero después no se generaron dispositivos que tengan que ver con estos que se anunciaba como una emergencia. Si la hay realmente tenemos que entender que los intendentes, gobernadores, los distintos actores de la sociedad toman este tema con importancia. Lamentablemente esto no se da.
-¿Qué pasa en el mientras tanto, qué observamos en las comunidades?
-Hay un problema en la sociedad argentina que es la naturalización del consumo. O sea, hay mayor consumo porque hay como una campaña que desde afuera nos hace pensar que la droga es inocua, que no genera inconvenientes, genera libertad, creatividad y eso no es verdad.
Los que trabajamos en las adicciones sabemos que las personas van dependiendo cada vez más de las sustancias, se va coartando su libertad, va quitando su responsabilidad social y, poco a poco, se va transformando en una visión que le va a resultar difícil el camino de la recuperación.
Creo que, en una sociedad de consumo como se caracteriza nuestra época esto aparece como un consumo más. Lo podemos llamar consumo problemático pero no deja de ser un consumo más que nos va complicando la vida, la va hipotecando. Por eso es importante tomar conciencia, para aquellos que dirigen cualquier cosa. O sea, el Estado a nivel nacional, provincial o municipal, pero también las organizaciones del pueblo como la Iglesia, las escuelas, los clubes donde hay mayor participación. Tenemos que juntarnos para poner a este tema en primer lugar.
-Temas que sí han estado en la agenda reciente y en los que te has involucrado. Primero: cuando se plantea la baja de edad de imputabilidad. En su momento, en Universidad de San Andrés, hablabas de que mientras se discute eso, no discutimos en serio quién maneja las armas y las drogas en el país. ¿Cambió algo eso?
-Percibo lo mismo. Creo que, antes los grandes problemas que se presentan o se mediatizan uno ve que lo que se busca son atajos. El atajo, evidentemente, es que si tenés varios casos de problemas con la Justicia, bajás la edad cuando, en realidad, en el fondo es una sociedad que se resigna a que el mundo adulto no se haga responsable de cómo va creciendo la niñez y la adolescencia en Argentina. Es un atajo que, dentro de unos 10 años, volverá a ser un problema y van a querer bajarlo a 12 y después a 10 porque no se toma el tema como realmente corresponde.
-El año pasado mucho se debatió la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Allí pusiste el acento de lo que ocurre en los barrios más pobres, en las villas donde te has desenvuelto. Recordanos un poco eso, ponemos en contexto.
-Uno de los argumentos que se utilizó mucho en la campaña del aborto fue decir que se hacía en nombres de los pobres, de las chicas más pobres. En realidad, en las villas y en los barrios obreros la gente prefiere tener el hijo. No es un argumento sólido el de los barrios más populares, más bien es un tema de clase media y más bien de sectores universitarios que usaban argumentos donde nosotros, como curas de las villas, hicimos un escrito donde dijimos que no es así. Se hablaban en nombre de estos sectores, se mintió en las cifras que se exponían públicamente.
Por otro lado, lo que notamos es que el tema fue traído cuando se hizo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Si bien, el FMI es un organismo de crédito, sabemos perfectamente que muchas de las condiciones que presentan cuando los organismos de crédito llegan a un país emergente es el control de la natalidad.
Entonces nos parece que el tema no fue tratado como correspondía, se prefirió debatir una especia de Boca-River en la plaza del Congreso. Los argumentos de los políticos, muchas veces, fueron muy vacíos. Que votaban porque su hija lo había dicho, o su prima lo había dicho. No había consistencia porque el debate fue muy débil. Creemos que había razones, de un lado y de otro, para poder escuchar y llegar a una conclusión un poco más seria.
-¿Hay maneras de encarar problemas tan delicados como el avance del narcotráfico, las adicciones, por dónde va un poco la cosa?
-Nosotros lo que estamos planteando mucho en las reuniones es apuntar un poco a la comunidad que, cuando se organiza, puede ser realmente algo serio en la vida. De hecho por ahí los que somos un poco más grandes recordamos que, cuando fuimos chicos, tuvimos en los barrios o en los pueblos un colegio, un club, una capilla que realmente nos ayudaba a la construcción y formación, además de nuestras familias.
-Visitó la ciudad, según las estadísticas, más pobre del país. Aquí se armó un Boca-River sobre las razones y los políticos se reparten culpas. En el medio, las personas que entran en la estadística siguen siendo marginadas. ¿Qué hacer cuando te golpean los números como en otros sectores del país?
-Hay que ver la realidad que es la que nos tiene que interpelar. Pienso que uno hasta puede buscar hasta más fuerza cuando uno acepta la realidad y trata de enfrentar la situación adversa.
Ante esta situación que se da a nivel nacional, van a ser siempre los que buscan la revancha y los que están construyendo un proyecto diferente. En estos momentos, en la Argentina, la mayoría queremos construir un proyecto donde haya inclusión y ese es el camino que tenemos que realizar. No sirve de nada negar la realidad porque no se puede tapar el sol con la mano. Es muy importante asumirla.