Este lunes 2 de diciembre, carteles impresos en hojas A4 informaban a los clientes que algunos servicios ya no están disponibles en la sucursal, invitándolos a dirigirse a la casa central, ubicada en pleno centro de Concordia, en la esquina de Mitre y Urquiza.

«Es un retroceso. Cierran un local que había facilitado la realización de infinidad de trámites sin necesidad de ir todos a parar al centro de la ciudad, con los problemas de estacionamiento que hay», expresó a El Entre Ríos uno de los clientes.

Al menos en una primera etapa, todos los empleados de la sucursal conservarían el empleo, asignados a la casa central, pero, según trascendió, la empresa ha ofrecido «retiros voluntarios» a quienes tengan interés en buscar nuevos horizontes y, a futuro, podría haber recortes de personal.

A mediados de 2019, Santander anunció el cierre de 1.150 sucursales en su país de origen, España, donde además 3.700 personas perderían el empleo, aunque prometió que el «ajuste» no sería traumático, sino que se valdría de bajas incentivadas y prejubilaciones.