Eran cerca de las 13,30 cuando dos personas que se movilizarían en una motocicleta llegaron hasta una propiedad en la zona norte del municipio de Estancia Grande, donde asesinaron de varios disparos al empresario Raúl Alberto Molina, dueño de la firma Tabacalera del Litoral, que tiene sus instalaciones en la zona de “El Martillo”, en el acceso sur de Concordia.
Al momento del crimen, Molina no estaba acompañado por otro integrante de su familia. En la casa quinta solo estaba una empleada doméstica, a la espera de un plomero que debía atender un problema de instalaciones en el lugar.
Sospechado
Molina ya había sido noticia en año 2013, cuando un mega operativo de la Justicia Federal y Gendarmería Nacional allanó su empresa en el marco de una investigación a fábricas acusadas de adulterar conocidas marcas de cigarrillos y de evadir impuestos dentro del territorio nacional. De aquel operativo participó un centenar de gendarmes de toda la provincia y hasta un helicóptero de la fuerza.
La causa tuvo una resonancia mayúscula porque el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, determinó que la investigación llegó hasta el entonces titular de la AFIP Concordia, Pedro Arturo Verbauwede, quien también fue procesado por estar sospechado de conformar una supuesta Asociación Ilícita.
Las últimas novedades sobre la actividad privada de Molina señalan que había conseguido una autorización judicial para reabrir su empresa para elaborar cigarrillos de su propia marca llamada 51.
Fuente: DRU.