El ex ministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Etchevehere, volvió a estar en el centro de la polémica en estos días, luego de que trascendiera que utilizó el programa ATP para cobrar su sueldo como «empleado» de su propia empresa.
Todo comenzó a raíz del conflicto de tierras entre los hermanos de la familia, por la que se investiga al ex presidente de la Sociedad Rural en una causa por presunta estafa. Concretamente, tras la pérdida de notoriedad del tema, aprovechó para atacar al Proyecto Artigas de Juan Grabois en Twitter.
«Hasta acá llego con el tema, ya que prefiero seguir trabajando de verdad en el campo mientras una manga de vagos e inútiles viven a costa del Estado sin rendir cuentas a nadie y cometiendo delitos», declaró.
La respuesta no tardó en llegar y generó revuelo: «‘Vagos que viven a costa del Estado’. Usted le usurpó tierras a una escuela pública. Usted estafó al Estado con créditos a tasa subsidiada para «pequeños productores» que se llevó a su bolsillo Usted cobró el ATP», expresaron desde la cuenta oficial del movimiento.
El Destape constató esta información, ingresando el CUIL entero de Etchevere, 20-14718347-0, en la página del programa gubernamental y el resultado no deja lugar a dudas: «Se aprobó tu pago ATP cobrarás el día 26/05/2020 en tu cuenta bancaria. La diferencia de su haber debe abonarla su empleador», responde el sistema.
“Terminé la función pública en la Sociedad Rural y el Ministerio (de Agricultura) y volví a mi trabajo en la firma Etchevehere Rural SRL que es consignataria de hacienda e inmobiliaria. Soy empleado de la firma. A principio de abril, cuando el Gobierno anunció que habría ayuda para las empresas, se precisó que se inscriban todas las empresas para ver si calificaban para recibir el beneficio”, se justificó el productor agropecuario.
La tesis acusatoria es que las empresas que recibieron los inmuebles de la familia Etchevehere son fantasmas, es decir, no existen y sólo fueron creadas a los efectos de dividirse SAER. Cuando su hermana, Dolores, quiso reclamar su parte de El Diario, se encontró con que había sido vaciado.
Eran 18 inmuebles que desaparecieron y recayeron en las empresas de Grenón y Etchevehere. Pero, además, a raíz de allanamientos de la Justicia, en el expediente hay correos electrónicos donde se deja explícitamente rastro de cómo se hacían los movimientos para que ella no se enterara de nada.
Previo a la transferencia de inmuebles, los acusados se ocuparon de la incapacidad económica de Construcciones del Paraná. Lo hicieron a través de la Asociación Mutual Solidaria (AMUS), de Grenón.
Así comenzaron maniobras circulares de fondos que se hacían pasar por operaciones inmobiliarias. Por cada escritura de venta de un inmueble, se confeccionaba un contrato de mutuo, emitido por la mutual, que hacía las veces de prestamista, y se emitía un cheque a nombre de Construcciones del Paraná; inmediatamente la sociedad endosaba esos valores a favor de SAER por la escrituración de cada inmueble y SAER derivaba los cheques a la mutual.
Lo que ocurría entonces era que los cheques volvían a quien los había emitido y las propiedades cambiaban de dueños, aunque solo de manera formal, porque salían del patrimonio de SAER y pasaban a pertenecer a otras empresas cuyos miembros eran los socios de SAER.
Durante el último sábado del 2020 había ocurrió una situación insólita en la Justicia de Entre Ríos cuando un juez revocó el mismo día un fallo que él mismo había dictado. El magistrado Martín Furman, a cargo del Juzgado Civil y Comercial N°7 de Paraná, había dictado que le concedía a Dolores Etchevehere la posesión de una casa de la sucesión de su familia. Tras la situación, la damnificada sostuvo que tanto el Poder Judicial como Bordet no cumplen las resoluciones judiciales.