8 junio, 2021 09:13



«TIRARON SOLO PARA HACER DAÑO»: EL CONTEXTO DE UNA BALACERA EN LA QUE HIRIERON A UN NENE DE 8 AÑOS

Los disparos sorprendieron a Bruno y a su papá el domingo mientras el nene jugaba y el hombre trabajaba en la puerta de su casa de barrio La Cerámica

Domingo al atardecer, un hombre hace cosas del trabajo sentado en la vereda a metros de su casa y su hijo de 8 años juega alrededor. Habitualmente hay cierta alerta: como dicen los vecinos, no se puede estar tranquilo plenamente. Pero hay veces en las que prevalece la idea de que todo está bien. Hasta que la fugacidad de un par de segundos rompe con eso. Dos motos pasan a toda velocidad y desde una de ellas un hombre apunta con su arma de fuego y dispara. Uno de los plomos hiere al niño, que queda tirado en el suelo consciente pero muy asustado hasta que queda en manos de los médicos que ahora velan por su cuidado.

La escena, que describe un clima de época en algunos sectores de la ciudad, ocurrió el domingo cerca de las 20 en barrio La Cerámica. Bruno, de 8 años, jugaba bajo el cuidado de su padre en la vereda de su casa de Coliqueo al 1300. El hombre, de oficio pescador en la zona de Puerto General San Martín, organizaba sus hilos de pesca en los carretes cuando fueron sorprendidos por los tiros.

Una de las balas impactó en el pequeño Bruno, le entró por un glúteo. Sus familiares lo llevaron al Hospital Alberdi, ubicado a dos kilómetros del lugar. Ahí los médicos hicieron la atención primaria pero por falta de camas, otro clima de época, lo trasladaron al Hospital de Niños de Zona Norte. Según contaron los familiares se esperaba que en el transcurso de la mañana Bruno fuera operado.

Calles, pasillos y un blanco habitual

Coliqueo es una calle que se extiende por 400 metros y desde la cual se desprenden varios pasillos que conectan con otras calles en un cúmulo de manzanas arrinconadas por las vías y Circunvalación. La casa de la familia de Bruno está en el ingreso de uno de esos pasillos y enfrente de ella hay un taller.

A la mañana de este lunes ese taller lucía las marcas de varios disparos. Según los vecinos se trata de perforaciones que datan de otros hechos violentos de características similares al ocurrido al atardecer del domingo. Por lo tanto más de uno sugirió que la bala que dio en Bruno podría encontrar contexto en una vieja bronca motivada por competencias del narcomenudeo.

«Le tiraron al chico y al padre solo para hacer daño. Como en el taller no había nadie tiraron para el otro lado donde estaban ellos», contó un joven de la cuadra a este diario. Algunos vecinos escucharon los tiros, dicen que fueron mínimo tres, salieron de sus casas y se encontraron con el niño herido. Otros se enteraron un rato después por las noticias.

El comentario entre los vecinos se inclinó por la idea de un ataque destinado a ese taller que ya fue blanco de los balazos en otras ocasiones. El argumento por el cual aseguraron que los tiros no fueron para la familia de Bruno fue el contraste a la vista que muestra la casa, sin marcas de tiros que sugieran un conflicto previo. Entonces insistieron: «Tiraron para solo hacer algún daño».

De cualquier manera el temor se hizo presente en el barrio y a la mañana del lunes el día parecía no haber arrancado para un vecindario con poco movimiento y refugiado en la cautela. Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que hay una investigación en curso de parte de la Unidad de Flagrancia y que hasta el momento no se pudo precisar la cantidad de motos que participaron del ataque.

Además indicaron que el niño se encuentra fuera de peligro. Sin embargo sus familiares contaron a este diario que el cuadro revestía de cierta complejidad porque, según arrojó una tomografía que le realizaron al niño en el Hospital Centenario, la bala se habría alojado en la zona de los testículos.

Números oficiales

Con la actualización de fines de mayo del relevamiento del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad provincial la cifra de heridos con armas de fuego en el departamento Rosario trepó a 358 en lo que va de 2021. De ese total 318 ocurrieron en la ciudad, el resto se divide entre Villa Gobernador Gálvez, Pérez, Granadero Baigorria y Piñero. La mayoría de heridos son jóvenes varones de entre 20 y 24 años.

El mapa que brinda el informe para localizar geográficamente el conflicto de las balaceras deja a la vista cómo la problemática se distribuye en las periferias de la ciudad. «Los focos principales se encuentran en el borde interno del distrito oeste, así como también sobre los distritos Sur y Sudoeste, sin perder de vista las acumulaciones de heridos de armas de fuego que se visualizan también hacia el norte«, analiza el relevamiento.

En ese sentido hay barrios puntuales más afectados por sobre otros. Ellos son Bella Vista, Villa Banana, Triángulo y Godoy en el oeste; Tablada, Villa Manuelita, Fonavi de Grandoli y Gutiérrez en el sur. En el sudeste Flammarión, Villa Moreno y, tal como dice el informe, «destaca particularmente la concentración de casos en Cordón Ayacucho». En el norte prevalecen los barrios Empalme Graneros, Ludueña y Alberdi. Mientras que los pocos casos que se dieron en el distrito Centro se reunieron en su mayoría en La Sexta.

Respecto del género de las víctimas, el informe explica que el 84 % corresponde al sexo masculino. De ese número el 44 % de las víctimas son menores de 25 años. La corta edad de los afectados también se da en la mayoría de víctimas de sexo femenino, entre las cuales más del 36 % tienen menos de 25 años.