3 noviembre, 2021 11:10
La Argentina se convirtió en el primer país en Latinoamérica en recuperar la demanda de combustible previa a la pandemia de coronavirus, ya que las ventas se incrementaron en un 4,2% a 157.000 barriles diarios en septiembre frente a los 151.000 de agosto, un máximo no visto desde hace 19 meses.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, al comienzo de las restricciones por la crisis sanitaria del coronavirus, en abril de 2020, la cantidad de barriles expendidos cayó a un piso de 51.000 barriles diarios.
Estamos en 39 millones de metros cúbicos por día, lo que significa un sobrecumplimiento del plan 2021, dijo el presidente de YPF, Pablo González.
Desde ese entonces, y con excepción de un breve periodo entre marzo y mayo de este año donde se dispusieron nuevamente algunas restricciones por la segunda ola del virus, la demanda marcó un continuo crecimiento en un contexto de recuperación económica y de eliminación de las restricciones.
Con estos números, la Argentina no sólo recupera los niveles de demanda de combustibles previos a la pandemia, sino que es el primer país en Latinoamérica en hacerlo, según la agencia Bloomberg. Se espera que la demanda siga creciendo durante los próximos meses, tras el anuncio de eliminación de cupos y restricciones para los pasajeros y turistas provenientes en el exterior.
Durante la jornada de ayer, el presidente de YPF, Pablo González, adelantó en un encuentro organizado por Industriales Pymes Argentinos (IPA) que el próximo balance trimestral de la petrolera estatal mostrará «una recuperación aún más profunda» al aumentar la producción de gas y crudo. El presidente de YPF, Pablo González, destacó el rol de las pymes en la industria de los hidrocarburos y aseguró que la petrolera de mayoría estatal alcanzó en lo que va del año un “sobrecumplimiento del plan trazado para 2021, con la posibilidad de tener un saldo exportable en materia de gas”.
Y aventuró que para 2022 “estamos pensando en un presupuesto mayor”. Para eso será clave la instrumentación de la Ley de Promoción de Actividades Hidrocarburíferos, a la que definió como “una ventana de oportunidades a futuro para potenciar la riqueza que tenemos en Argentina a través de incentivos fiscales para la producción y el trabajo para la transición hacia una política de energías limpias y renovables”.