12 abril, 2022 10:54
La inflación en Estados Unidos se disparó en marzo hasta el 8,5% aupada por los altos precios energéticos y alimentarios, los problemas de la cadena de suministros y la fuerte demanda de los consumidores.
La cifra supone un nuevo máximo en cuatro décadas, y supera por seis décimas a la tasa registrada en febrero, según informó este martes la Oficina de Estadísticas Laborales. El Departamento de Trabajo ha informado de que lo que los consumidores pagan por los bienes y servicios -el índice de precios al consumo- alcanzó en marzo su ritmo anual más rápido desde finales de 1981.
Se trata del sexto mes consecutivo en que la inflación sobrepasa el 6% y continúa muy por encima de los objetivos marcados por la Reserva Federal, que en su última reunión subió los tipos de interés un 0,25% por primera vez en tres años. Por otra parte, la inflación subyacente -la que excluye componentes volátiles como los alimentos y energía- subió hasta el 6,5% con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que también marca la mayor subida anual desde 1982.
Estos datos dificultan aún más, si se puede, la toma de decisiones de la Reserva Federal en su próxima reunión de mayo, teniendo que decidir si endurecer o no su política monetaria con unos precios que siguen al alza y una economía aún en recuperación tras la pandemia. Crecer sin frenar el crecimiento, esa es la cuestión.