El gobernador Gustavo Bordet anunció este jueves que ordenó dar marcha atrás en la Resolución del Consejo General de Educación (CGE) que implementó un nuevo régimen de calificaciones para las escuelas de la provincia, según la cual en el primer trimestre del ciclo lectivo se debía calificar a los alumnos con notas de entre 4 y 10.
El mandatario tomó contacto con la prensa en el Centro Provincial de Convenciones en el marco de la firma de contratos de obras en jardines de infantes, escuelas, desagües pluviales y viviendas. Consultado por la medida del CGE, advirtió que contestaría “como docente que estuvo 14 años frente al aula” y cuestionó severamente la Resolución 1565, que llevaba apenas unos días publicada, desde el 2 de mayo, y fue revocada por el orden del gobernador.
“No comparto en absoluto la medida. Nadie me la hizo conocer antes de publicarla y le he dado expresas instrucciones al presidente del CGE (Martín Müller) de que anule esta medida y remueva a los funcionarios que fueron responsables de haberla implementado”, reveló.
Un dato llamativo del anuncio es que el propio presidente del CGE es, junto con los vocales Griselda Di Lello, Susana Cogno y Humberto José. uno de los firmantes de la Resolución, a la que accedió UNO.
Bordet explicó que «hay que ir a una calidad de excelencia, y eso no se logra con este tipo de medidas. Cuando hay alumnos que tienen problemas con las calificaciones hay que tener un abordaje integral, no una medida que simplemente significa un paliativo”.
La Resolución de la polémica para las escuelas entrerrianas disponía que «las calificaciones entre 6 y 10 significan aprobación » y «las calificaciones entre 1 y 5 significan no aprobación». Y anulaba la calificación con notas con 1, 2 o 3.
«La calificación del primer trimestre estará comprendida entre 4 y 10», indicaba la normativa que Bordet ordenó revocar. Y lo argumentaba «debido al impacto subjetivo que la ponderación entre 1 y 3 pueden generar, obturando además la trayectoria a realizar durante el año desde el inicio del proceso de aprendizaje».
En parte, la medida se justificaba por la dificultad que le provoca al alumno obtener una nota de 1, 2 o 3 en vistas del objetivo de aprobar el ciclo lectivo completo, lo que exige un mínimo de 6 como promedio anual.
Al calcular al final del año el promedio entre las tres notas de los trimestres, partir desde el número 4 como piso hace más posible alcanzar el promedio final pasar de año. Si un estudiante arranca el año con un 1 en el primer trimestre, deberá obtener sí o sí 9 en cada uno de los dos trimestres restantes, porque sino perderá el año en la materia correspondiente.
Por otra parte, la Resolución mandaba que «la calificación de los y las estudiantes no aprobados será acompañada de un informe descriptivo donde constarán los saberes/capacidades pendientes de acreditación».
Y explicaba que «este informe permitirá a los/las estudiantes y sus familias, tutores o encargados, conocer las particularidades de los procesos de aprendizaje, sus fortalezas y sus debilidades, a los fines de tomar decisiones para disminuir o superar dichas dificultades”.