23 mayo, 2022 12:22



Denunciaron en la Justicia a Costa Chaval y Fiscalía pidió a la Municipalidad el expediente de habilitación

Una mujer se presentó en los tribunales de Concordia para denunciar a la empresa propietaria de la discoteca Costa Chaval.

La denunciante es una de las personas que sufrió heridas tras romperse una mampara de acrílico durante la noche inaugural, el sábado 14 de mayo.

En uno de los primeros pasos de la investigación, un representante del Ministerio Público Fiscal se apersonó el viernes último en la Municipalidad de Concordia para requerir el expediente de la habilitación del local bailable, que le fue entregado mediante copia certificada.

Por el momento, no hay imputados. Fiscalía procura determinar si hay indicios probatorios suficientes para acreditar, prima facie, la existencia del delito de lesiones. A su vez, el acceso al expediente servirá para verificar si todo se ha hecho en base a las normas aplicables al caso. Caso contrario, de constatarse irregularidades, podría configurarse otro delito diferente: “incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos”.

La judicialización del caso viene a completar un escenario de por sí complejo y hasta contradictorio. El incidente dentro de la discoteca fue minimizado desde un comienzo por los propietarios de la discoteca, que se encargaron de resaltar que el local había abierto contando con la habilitación correspondiente.

Pero al mismo tiempo, trascendió el malestar de una funcionaria municipal, Lucía Leguizamón, porque el trámite para habilitar al boliche nunca había pasado por su área. El entredicho desembocó en la creación de una nueva sección, la Coordinación de Fiscalizaciones, y en el nombramiento de su flamante titular, Martín Amiano.

Para sorpresa de muchos, la historia no acabó allí. Este sábado, se reveló que el boliche no podría abrir sus puertas nuevamente, porque la supuesta habilitación con la que había contado en la noche inaugural había sido tan provisoria que valía por un solo día.

“No está habilitado. Está cumplimentando todo lo que le pedimos. Eso fue por ese día nomás (la noche inaugural), porque había que hacer un estudio acústico para ver si daban los decibeles. Ahora hay que hacer todas las inspecciones para dar el ‘uso’ a la actividad, porque no es lo mismo por un día que por un año o dos que se le puede dar, y después viene la habilitación”, fue la explicación brindada por Marcelo Tessani, desde Inspección Municipal.

La investigación judicial en marcha seguramente procurará establecer si tal “habilitación por un día” en efecto se ajustó a la normativa municipal vigente o se apartó de ella.

Vale recordar que la Ordenanza 33695 de Espectáculos Públicos, en su artículo quinto, expresa: “Cumplimentados los requisitos enunciados precedentemente, deberán girarse las actuaciones a los distintos estamentos municipales que deben intervenir, para finalmente elevar al Departamento Ejecutivo, informando si procede o no a la habilitación del local o negocio solicitado a los efectos de la autorización definitiva. Serán nulas las habilitaciones provisorias, no pudiendo otorgarse bajo ningún concepto las mismas”.

La voz de los dueños

Por su parte, los propietarios de la discoteca se mostraron sorprendidos de que no les permitieran abrir las puertas ayer sábado.

En declaraciones al Diario Río Uruguay, Matías André, uno de los dueños, aseguró que “teóricamente, para la habilitación por dos años, solo faltaba la última medición acústica con público. Esa medición, con gente en el local, se pudo hacer el sábado y la presentamos el mismo lunes”.

André, junto a Facundo Arovi y Luciano Ancarola, explicaron que “estaba la medición de decibeles hecha con el local vacío”, por lo que para la primera noche contrataron “a un profesional idóneo y con la gente de Ambiente se realizó una medición auditiva que dio perfecto y ni siquiera hubo quejas de vecinos”.

Precisaron que también hubo una “reinspección”, que “la hicieron recién el viernes al mediodía y no sabemos por qué”, ya que “faltaba una hora para terminar con el horario laboral de los funcionarios y de cualquier trámite administrativo”. Más allá de eso, “tomamos nota de todo lo observado y para las 5 de la tarde ya habíamos corregido y cumplimentado todo lo que nos habían señalado”, tras lo cual “intentamos comunicarnos con Martín Amiano”, recientemente designado al frente de la Coordinación de Fiscalización y Control de Inspecciones Municipales, “porque necesitamos una respuesta definitiva para saber si íbamos a poder abrir o no”.

Lo concreto es que, tal como se adelantó, la discoteca no pudo abrir este fin de semana. La “habilitación por un día” no se ha convertido aún en “habilitación definitiva”, puesto que faltan llevar a cabo «nuevas inspecciones», según lo explicado por el área competente de la Municipalidad, para completar un expediente que es mirado con lupa por la Justicia.