El intendente Enrique Cresto recibió este martes a representantes de diferentes empresas de remises de la ciudad. La reunión fue solicitada por la Cámara de Remises con el propósito de analizar las dificultades que enfrenta el sector y la posibilidad de acciones conjuntas que permitan mejorar la prestación de este servicio urbano.
En este marco, Cresto adelantó que se está elaborando una propuesta de reforma a la ordenanza que regula el funcionamiento de los remises, con la intención de flexibilizar las normas vigentes priorizando la calidad del servicio y la seguridad de los trabajadores y usuarios.
“En principio, la intención del Intendente era escuchar a los representantes del sector y comentarles este proyecto en el que está trabajando el Ejecutivo Municipal”, explicó el secretario general de la Intendencia, Matías Soto.
“La ordenanza que regula el funcionamiento de los remises rige desde el 2013. Lo que el Intendente plantea es actualizarla y mejorarla con un proyecto integral, contemplando determinadas facilidades para poner un auto a trabajar en la calle. Por ejemplo, que los modelos puedan tener 10 años de antigüedad, ampliando los 7 estipulados actualmente, y que se reduzca en un 50% la tasa que pagan las empresas por prestar este servicio”, adelantó el funcionario.
Soto insistió en que “se busca una mejora integral, un paquete de medidas con un punto de equilibrio que posibilite tener más unidades en servicio y cumplir estrictamente con las condiciones técnicas y de seguridad, para asegurarle al usuario que los vehículos están en condiciones y que el personal está plenamente capacitado para la función que cumplen”, remarcó.
“Las estimaciones que manejan los especialista en el tema y la comparación entre el número de habitantes y las unidades actualmente en la calle, determinan que estamos en un 50% de lo que sería lo óptimo para abastecer la demanda actual de estos servicios. Por eso el Intendente elevará al Concejo Deliberante la propuesta para una mejora integral de la ordenanza, beneficiando a los empresarios y trabajadores del sector y a quienes utilizan los remises”, argumentó Soto.
“Según las estimaciones que manejan las empresas, a las 340 unidades actuales se podrían sumar aproximadamente 300 autos y más de 600 trabajadores, tanto en los nuevos móviles como para reforzar turnos en las bases”, concluyó.