16 junio, 2023 11:17
Los socorristas griegos prosiguieron este jueves 15 de junio la búsqueda de sobrevivientes del naufragio de un buque colmado de migrantes que pudo haber dejado «cientos de muertos». Con el transcurso de las jornadas, las autoridades consideran que las chances de hallar a los náufragos se reducen al mínimo y temen que las víctimas hayan quedado atrapadas debajo de la cubierta, una vez que el buque naufragó durante la noche en aguas profundas a unos 75 kilómetros de la costa.
La policía detuvo a nueve egipcios por su presunta implicación en el tráfico de seres humanos que desembocó el miércoles en «una de las tragedias más devastadoras en el Mediterráneo en una década», según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hasta el momento 78 cuerpos fueron extraídos de las aguas, pero la OIM dijo «temer que cientos de personas» hayan perecido.
El portavoz del gobierno griego, Ilias Siakantaris, aseguró el miércoles que, según informaciones no confirmadas, había unas 750 personas a bordo del barco pesquero.
Dos barcos patrulleros, tres helicópteros y otros nueve buques recorrieron el jueves la zona.
Nikos Spanos, almirante retirado de la guardia costera griega, lamentó la tragedia y en declaraciones a la TV local afirmó que “las posibilidades de hallar (más sobrevivientes) son mínimas”.
A esta altura, las autoridades plantearon la posibilidad de que cientos de personas, incluidas muchas mujeres y niños, hayan quedado atrapadas debajo de la cubierta cuando el buque naufragó durante la noche en aguas profundas a unos 75 kilómetros de la costa.
La Corte Suprema griega ordenó una investigación judicial para conocer las razones del suceso y el gobierno declaró tres días de luto.
Unas 5.000 personas, según la policía, se manifestaron en Atenas y Tesalónica, la segunda ciudad del país, para expresar su «solidaridad con los refugiados» y denunciar el endurecimiento de la política migratoria de la Unión Europea (UE). «El gobierno y la UE matan», afirmaba una pancarta.
El papa Francisco, que en muchas oportunidades manifestó su preocupación por los dramas vinculados a las migraciones, se dijo «profundamente consternado» por el naufragio.
Entre los nueve egipcios detenidos figura el capitán del vetusto navío, que escoró antes de hundirse en una de las zonas de aguas más profundas del Mediterráneo.
De acuerdo con fuentes portuarias, el pesquero había zarpado de Egipto sin pasajeros rumbo a Tubruk, una ciudad del este de Libia, para embarcar a los migrantes y proseguir su derrotero hacia Italia.
Las detenciones se llevaron a cabo en Kalamata, el puerto de la península del Peloponeso hacia donde fueron encaminados los sobrevivientes del naufragio.
El motor del barco falló poco antes de las 23:00 hs del día martes y naufragó a unos 87 km de Pilos, en el mar Jónico, precisó Siakantaris.
Hasta el momento se han rescatado con vida a 104 personas, «todos hombres», según la guardia costera griega.
La ausencia de mujeres y niños acentúa los temores sobre el número de desaparecidos.
Un superviviente contó a médicos del hospital de Kalamata que vio a cientos de niños en la bodega del barco.
«No sabemos lo que había en bodega (…), pero sabemos que muchos traficantes encierran a la gente para mantener el control», conjeturó el portavoz gubernamental Siakantaris a la televisión pública ERT.
«El barco pesquero tenía 25-30 metros de eslora. Su cubierta estaba repleta de gente y asumimos que el interior estaba igual de lleno«, abundó el portavoz de los guardacostas, Nikolaos Alexiou.
Según las autoridades portuarias griegas, en el momento del naufragio ningún migrante llevaba chaleco salvavidas.
Los supervivientes son en su mayoría de Siria (47), Egipto (43) y Pakistán (12), indicaron los guardacostas.
La agencia fronteriza europea Frontex detectó la embarcación el martes, pero los pasajeros «rechazaron la ayuda», según un anterior comunicado de las autoridades portuarias griegas.
Una imagen de mala calidad difundida por los guardacostas muestra un pesquero azul claramente en mal estado y cargado de personas amasadas de proa a popa. Incluso en el techo de la cabina había gente.
Los sobrevivientes se encuentran «en muy mala situación psicológica», comentó a la agencia AFP Erasmia Roumana, trabajadora en Kalamata del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
«Muchos están en estado de shock, abatidos», explicó, calificando la situación de «espantosa».
Entre los supervivientes, un joven comenzó a llorar antes de soltarse: «‘Necesito a mi madre’ (…). Esa voz está en mis oídos y estará para siempre», relató Ekaterini Tsata, una enfermera de la Cruz Roja en Kalamata.
La peor tragedia de migrantes en Grecia ocurrió en 2016 cuando al menos 320 personas fueron declaradas muertas o desaparecidas, de acuerdo con los registros de AFP.
