Una situación inquietante afectó a las cercanías de la Escuela Manuel J. Lavardén de Concordia, cuando el miércoles, una niña de 12 años sintió temor por la presencia de una camioneta blanca con vidrios polarizados, con una máscara de payaso colgada en el asiento del acompañante.

El Subcomisario de la Comisaría Sexta, Mario Mattio, aseguró que las investigaciones descartan que se trate de un caso de secuestro, llevando tranquilidad a la comunidad escolar y población en general.

La situación se desencadenó a las 7:30, cuando una mujer que había llevado a su hijo a la escuela, al percatarse de la angustia de la niña de 12 años, ofreció ayuda y auxilio a la menor. Según el relato inicial de la niña, mientras se dirigía a la escuela caminando, vio pasar una camioneta de color blanco, con vidrios polarizados, y a dos personas en su interior llevaban máscaras de payaso, lo que logró asustarla y la llevó a salir corriendo. La mujer que la vio le brindó contención y se dio aviso a la Policía de Entre Ríos.

Se inició inmediatamente una investigación y revisó cámaras de seguridad del 911 que mostraban una camioneta con las características descritas por la niña. Aunque no se pudo identificar al vehículo por mala visibilidad, se alertó a todos los móviles para detenerla en caso de ser vista y se solicitó revisar más cámaras cercanas.

En el transcurso de la investigación, alrededor de las 12:30, la camioneta fue vista nuevamente en la escuela, lo que llevó a solicitar la identificación y revisión del vehículo por parte de la policía. Se descubrió que la camioneta, conducida por el empleado de 34 años de un autoservicio conocido, transportaba frutas destinadas al comedor de la escuela Lavardén. En el asiento del acompañante, se encontró una máscara de payaso, a lo que el conductor explicó que estaba allí desde hace años, y que circulaba por esa zona ya que el comercio es proveedor del comedor escolar.

El Subcomisario Mattio reiteró que, según las investigaciones, las declaraciones de la niña y el conductor de la camioneta, no hubo ningún contacto entre ellos. Con todas las pruebas analizadas, se descartó la hipótesis de secuestro. La causa está en manos de la fiscal en turno Natalia Conti.

Es importante destacar que, a pesar de la viralización en redes sociales sobre el presunto secuestro de una niña, la información proporcionada por la policía y la fiscalía apunta a que la situación fue aclarada y no constituye un caso de secuestro.

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