Todo ocurrió el pasado domingo, cuando los guardavidas Maximiliano Busatto y Matías Fontana debieron realizar el rescate en la Playa Península Soler.
Se trató de dos niños que estaban con un grupo de familiar jugando con una pelota en el agua. En un momento, la pelota se fue hacia lo hondo, el más pequeño salió a buscarla pero perdió pie y comenzó a pedir ayuda. Uno de sus primos quiso ayudarlo pero los dos terminaron en dificultades.
Por tanto, los guardavidas salieron inmediatamente y llegaron a tiempo para rescatarlos y acercarlos a la playa.
“Por suerte no pasó a mayores, llegaron los adultos a los cuales ya se les había advertido del peligro del agua», comentó uno de los guardavidas.
En ese sentido, agregó que «si bien estamos nosotros, es necesario que los nenes chiquitos estén acompañados por los mayores para así prevenir accidentes».
Afortunadamente, los niños terminaron en perfectas condiciones y se retiraron por sus propios medios; con sus padres.