Este panorama desencadenó «una preocupación realmente grave porque debemos evaluar en el Comité cómo cumplir con ciertas servicios que prestamos a la población», admitió Hugo Gorla. Recordemos que con «el arancelamiento se cubre la coparticipación que se paga a los empleados y profesionales con mayor carga de prácticas o determinadas funciones».
El respaldo del gobierno provincial se utiliza para «encausar erogaciones más importantes y solucionar las demandas cotidianas, pero la falta de pago de las obras sociales nos preocupa mucho», resumió.
Un aspecto que resaltó el director del Hospital Centenario es «el conflicto que generó PAMI Nación en Gualeguaychú al contratar una prestataria como Nativus que no cumplió su función. Las consultas a médicos especialistas debieron ser cubiertas por el hospital durante más de dos años con el agravante que esas prácticas nunca fueron abonadas por la obra social ya que rechazaban sistemáticamente los cobros. Lo sucedido fue una estafa prestacional de Nativus hacia sus usuarios que, en muchos casos, se refugiaron en el hospital ante la falta de prestadores locales alternativos de PAMI, incumpliendo su compromiso con los afiliados».
Por otra parte, el segundo encuentro del Comité de Crisis será comandado por el director Hugo Gorla quién anticipó los puntos centrales a debatir con los jefes de los sectores y áreas internas del nosocomio: «Nuestro reto es resolver la sobredemanda asistencial en todos los niveles, ya sea en consultorios externos, internaciones, cirugías de gran impacto y las prácticas de algo costo. Esa situación nos llevó a que cada día que pasa estemos más comprometidos financieramente».
La crisis económica general en el país, la falta de respuestas adecuadas para contener los precios, los niveles inflacionarios y la desfinanciación del sistema sanitario por las autoridades nacionales son algunas de las causas que llevan al complejo contexto actual.
Gorla apuntó a «las responsabilidades del gobierno central que, con sus políticas económicas, provocó que los financiadores como las obras sociales sindicales hayan caído en cesación de pagos generando dificultades mayúsculas en los prestadores-sanatorios privados y el propio efector público».
La apatía hacia los sectores más vulnerables en una realidad marcada por un 40 por ciento de pobreza e indigencia según las estadísticas de INDEC se traduce en mercantilizar la atención de la salud restando derechos a la población. «Hay un intento de convertir a los pacientes en clientes, lejos de los principios de equidad y solidaridad», sintetizó Hugo Gorla.
Privilegio a privados
«Hacemos hincapié en la responsabilidad de las autoridades nacionales de la obra social, por más que hubo coordinadores a nivel regional y local que trataron de resolverle el problema a los jubilados, que son las únicas víctimas de este des manejo», enfatizó Gorla.
Otro agravante que se estableció como norma desde la asunción de Sergio Cassinotti en PAMI fue «responder primero con los pagos a los prestadores privados y después a los efectores públicos porque, a su criterio, nosotros tenemos la obligación de atender a todos los pacientes igual, como me manifestaron en algún encuentro en la sede central de Buenos Aires», reveló el director.
En el caso del número de cápitas o pacientes que PAMI destina al hospital se constató una «decreciente asignación desfinanciando al sistema público y beneficiando a otros prestadores. Consideramos que somos discriminados porque además se nos catalogó con el menor nivel asistencial cuando en realidad somos el hospital de mayor capacidad operativa dentro de la región».
Cuando se quebró la relación de PAMI con el Colegio Médico Gualeguaychú, no hubo acuerdo sobre el valor de las cápitas y tampoco se firmó un convenio integral para la ciudad. Eso derivó que fuese el Centenario quien soporte la sobredemanda de pacientes. «Para que quede claro, hay una parte que PAMI no reconoce en la facturación y lo que sí admiten, no lo pagan o demoran varios meses en hacer los depósitos», explicó Gorla.
El director cuestionó que «la secretaria de Salud de la Nación cortó en forma inconsulta planes y programas fundamentales para la asistencia a los hospitales. Eso generó una dificultad importante al Ministerio Provincial que se vio obligado a cubrir los compromisos que le correspondían a Nación», dijo Hugo Gorla.
En el caso de los tratamientos oncológicos y de enfermedades crónicas, el Hospital Centenario puso en práctica un seguimiento para evitar la interrupción en la aplicación de medicamentos. «Somos muy celosos en cumplir con los pacientes y tratamos de tener preparadas las dosis un mes antes para garantizar que se completen las sesiones», concluyó el director.