31 octubre, 2019 12:01
LA SALUD EN SU PEOR MOMENTO
Si bien el conflicto es nacional, son medio centenar de profesionales los que atienden en Rosario. Advierten que podrían ir a la Justicia.
La resolución tomada por las autoridades de la obra social Pami sobre la atención kinésica para sus afiliados pone a medio centenar de profesionales de cara a un conflicto y a los pacientes en riesgo. Se trata de un cambio de modalidad en la atención que obligaría a los kinesiólogos «ya no a trabajar por módulos, sino por cápitas, un sistema precario por el que se cobrarían apenas 21 pesos por paciente», explicó Lucas Gómez, uno de los trabajadores rosarinos. La protesta para revertir la decisión tomada hace una semana fue llevada ayer hasta las oficinas de Pami Rosario, en San Lorenzo al 900, pero no se obtuvo respuesta positiva. «Vamos a evaluar la presentación de un recurso de amparo y volveremos a manifestarnos la semana próxima con familiares y pacientes», adelantó Gómez.
La medida y el cambio de modalidad de atención fue tomada a través de una resolución por las autoridades del Pami central y establece la desaparición del sistema de módulos a través del que cobran las prestaciones. Así, desde el 1º de noviembre deben sumarse, con un trámite no poco engorroso, al sistema de cápitas.
«Eso es precarizar nuestro trabajo», señalaron los más de 40 profesionales que atienden en la ciudad a los afiliados a la obra social de los jubilados, y detallaron: «Vamos a pasar a cobrar 21 pesos por paciente, no importa cuántas veces lo atiendas al mes».
Cambio de sistema
Actualmente, con el sistema de módulos, perciben un promedio de de 220 pesos por cada sesión de fisioterapia en consultorio, además de un extra que se cobra en los casos donde la indicación es domiciliaria y que, con estos cambios, también desaparecería.
«Lo que ellos quieren es darnos una cantidad determinada de pacientes a cada uno de los profesionales, pagar 21 pesos por cada uno, y no importa si el paciente concurre o no, si va una vez o diez por mes, se cobra esa suma fija —indicó Gómez—. Esa es la modalidad capitada con la que vienen ganando dinero los grandes prestadores, sanatorios y policlínicos, pero que en nuestro caso significa precarización laboral».
La protesta fue llevada ayer hasta las oficinas de Pami, pero no hubo respuestas. «Nos dijeron que es una decisión de Buenos Aires y que no pueden, acá en Rosario, tomar ninguna determinación al respecto», indicaron los profesionales.
Ahora, anticiparon que volverán el miércoles, pero esta vez, junto a los familiares y pacientes que corren riesgo de perder sus prestaciones. Y adelantaron que ya están consultando abogados para plantear un recurso de amparo en la Justicia.